Opinión
Si quisiere conocerlos, ¿por qué no preguntarles de temas y problemas específicos?
En los tiempos que corren, son muchos los que andan sumamente preocupados por conocer los dos o tres nombres que, ilusos que son, piensan podrían sacarlos de pobres.
Cualquiera de esos dos o tres, de llegar a la Presidencia, dicen los calenturientos de hoy, les darían un suculento fémur o de perdida alguna tibia o un peroné para roer, una vez que resultare triunfador alguno de ellos.
El problema de los calenturientos se reduce entonces, a acertar en esa lotería de tres o, como seguramente recuerda usted en aquella escena de La Sombra del Caudillo, simplemente esperan jurarles lealtad a los tres por separado pues confían en que los otros dos, los perdedores, no se enterarían de su jugada.
Hoy, tal y como sucedía hace decenios por estas fechas del sexenio, miles andan en ésas, buscando colocarse en las simpatías de los tres pues de acertar, como dije, resolverían su problema económico para las próximas cinco generaciones.
La verdad, habría que reconocer, qué difícil es que mueran viejas prácticas las cuales, dada su eficacia probada, cientos de miles de sinvergüenzas las repiten una y otra vez cada seis años.
Sin embargo, aun cuando nos neguemos a aceptarlo, poco a poco vemos a más mexicanos no compartir esa visión de la política y se esfuerzan, siempre que sea esto fuere posible, en conocer cómo piensan los mencionados, y que ideas tienen de éste o aquel problema.
Este conocimiento abarcaría, además de sus antecedentes y desempeño en puestos anteriores algo que considero más importante: conocer qué piensan de un conjunto de problemas que, en caso de resultar triunfador, debería enfrentar ya en su calidad de presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
¿Qué piensan de los efectos del envejecimiento demográfico en materia de sistemas públicos de pensiones, los sistemas de salud pública y el sistema de educación pública y la organización sindical y el papel que juega hoy?
¿Qué piensa de la obsolescencia de buena parte de la Ley Federal del Trabajo y el desfase del Artículo 123 ante las nuevas realidades demográficas y laborales, así como frente a las rigideces en los mercados laborales que esa ley reglamentaria estimula y fortalece?
¿Y qué piensan del desastre que es el campo mexicano donde, apenas sobreviven decenas de millones de mexicanos como consecuencia del obstáculo que representa el Artículo 27, y más específicamente su Fracción XV?
Asimismo, ¿qué piensan del absurdo que significa considerar que a México le conviene ser un país de licenciados, y de casos de locura como la colegiatura de $0.25 de la UNAM?
De la misma manera, ¿qué opinan de la perversa utilización de la Autonomía Universitaria, que permite que un grupo de delincuentes se haya apoderado del Auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras desde hace 17 años, y que el campus principal sea un espacio para la venta libre de todo tipo de estupefacientes?
Así como las preguntas anteriores que podría usted hacerle al mencionado hoy como prospecto, hay muchas más. Usted, dependiendo de su interés, podría agregar las que considere le serían útiles para normar su criterio en lo relativo a si ese mencionado hoy, sería un buen candidato o no.
Las respuestas pues que aquél le daría, serían un elemento importante para usted. Por eso le pido que les pregunte, que les haga preguntas acerca de temas y problemas específicos, para que, como dije, las respuestas que diere determinaren en usted, la decisión de darle o no, su voto.
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