Opinión
¿Tendrán éxito -en los estados- las candidaturas independientes?
La desesperación empieza a afectar a no pocos; hoy, no es la incertidumbre propia de la democracia acerca del ganador sino la incertidumbre que nos desnuda, que exhibe nuestro atraso: La incertidumbre acerca del nombre del candidato.
La época de El Tapado, más presente y viva hoy, que en los mismos años del dorado autoritarismo. Las ilusiones de no pocos, de haber dejado atrás esos años de vergüenza, yacen en el suelo en pedazos.
Lo inimaginable ha sucedido: El Tapado está de vuelta; además, para agravar el daño a nuestra democracia y cultura cívica, no en un solo partido sino en varios.
Al parejo de lo anterior, se agrega un fenómeno que despertó grandes ilusiones en no pocos ingenuos: Las candidaturas independientes. Éstas, con el triunfo del actual gobernador de Nuevo León se convirtieron -de pronto-, en los sueños e ilusiones que a la vuelta de la esquina -el 1 de julio del año 2018-, serían una realidad.
Sin embargo, esas ilusiones de quienes prefieren ver sueños y deseos como sustituto de la cruda y ofensiva realidad, parece que se quedarán simplemente en eso: ilusiones y pompas de jabón. Esto, por dos razones; la primera, en muy pocos casos -contadísimos me atrevería a afirmar-, veremos candidatos independientes y la segunda, más dolorosa por el golpe de realidad que significará, es lo que se ve venir: Prácticamente nadie o casi, de esos candidatos independientes, obtendrá el triunfo.
¿Qué explica este cambio, casi de la noche al día? ¿Qué explica que la euforia de hace poco sea la decepción de hoy? Sin duda, muchos son los factores que explican este giro de 180°; sin embargo, hay uno que, desde mi punto de vista, es el determinante: El fiasco que resultó la obernación del que hoy es Gobernador del Estado de Nuevo León.
Hombre formado en las prácticas del viejo priismo, particularmente en las pre-modernas del sector campesino, de inmediato mostraron la incompatibilidad entre una visión del pasado como la del candidato independiente y triunfador, y la visión de futuro que un electorado mo el de Nuevo León aspiraba a tener y exigir.
Hoy, El Bronco como gusta de ser llamado, no halla la puerta. Querría, si fuere posible, que mañana se dieren las condiciones legales para solicitar licencia y buscar -de nuevo- una caidatura independiente, aquella que lo llevaría a la Presidencia de la República.
Lo de siempre: Sin la menor objetividad y con las ilusiones y sueños como guía, vemos en éste o aquél el nuevo salvador. Cuando la decepción es el resultado, el que padece éste es el elector, y también un mecanismo que, de haberlo utilizado correctamente, hoy estaríamos ante una situación y expectativas muy diferentes
El panorama pues, no podría ser peor: El Tapado está de vuelta, y las candidaturas independientes en el desprestigio.