El trabajo conjunto entre la iglesia y la comunidad es clave para seguir alzando la voz por aquellos que más lo necesitan.
Tras ser estabilizados, la familia fue trasladada al lado mexicano y llevada al Hospital Salvador Chavarría para recibir atención médica.
De Guatemala, viajaban un adulto, tres mujeres, dos niños y una niña; y 24 menores no acompañados (21 niños y 3 niñas).
La propuesta sólo fue hecha para las familias con menores, mientras que el resto del grupo continúo caminando.
El INM contrató los servicios de transportación aérea (tipo chárter) y terrestre para el traslado de las personas migrantes irregulares.