Ciencia
Abortos tardíos son negligencia
Washington.- Una fuerte polémica generó el aborto tardío y la posterior histerectomía, (retiro de útero) practicada a una mujer estadounidense, al dejarla sin la posibilidad de concebir un bebé, por lo que ella y su esposo presentaron una demanda contra el Dr. Warren Hern y el centro abortista de Boulder.
Aunque legalmente no fue lo más conveniente, Jennifer DeBuhr decidió cancelar su embarazo a las 25 semanas, en diciembre de 2013 viajó a Boulder (Colorado) desde el sureste de Nebraska, registros judiciales señalaron que, aunque no se le informó sobre ninguna complicación en el procedimiento, un ultrasonido (ecografía) de 2014 descubrió que un fragmento de cráneo de 4 centímetros de largo estaba incrustado en la pared del útero.
En 2016 el Dr. Hern fue objeto de una investigación del Congreso sobre las prácticas de abortos tardíos. El panel solicitó información sobre los bebés nacidos vivos en su clínica y los registros de los bebés en general a partir de entonces.
Pese a ello el médico se negó a proporcionar la documentación solicitada, llamando al panel “caza de brujas”. “El daño que causó el doctor Hern refleja la naturaleza de descuido general hacia los pacientes que atienden los abortistas”, dijo Matt Lamb, portavoz de Students for Life.
Por su parte, Terry Dougherty, el abogado de la pareja dijo que Hern supuestamente no les informó sobre los riesgos del procedimiento. Además, dijo que el médico no había inspeccionado los restos fetales para confirmar la finalización del proceso.
En tanto, el abogado del negocio abortista, Cook Olson, negó las acusaciones.
De acuerdo con el periódico The Denver Post, el proceso judicial comenzó a principios de este año, por lo que se espera que en 10 días se conozca la resolución de la querella iniciada en 2015.