Ciudad de México.- Con el propósito de revalorar la maternidad y la paternidad como pilares fundamentales de la sociedad, arranca el movimiento nacional La Vida por Delante (LVPD), iniciativa ciudadana que busca evidenciar los discursos que restan valor a la familia y reducen la maternidad a un obstáculo para el desarrollo personal o profesional de las mujeres.
En México, muchas mujeres deben elegir entre ser madres o conservar su empleo, pues la maternidad es vista como un obstáculo. “La maternidad y la paternidad son atacadas e infravaloradas” por diversos sectores de la sociedad, señala Paulina Mendieta, Directora de La Vida por Delante.
Las cifras oficiales así los demuestran
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022 reveló que 35.6 por ciento de los empleadores no contratarían a mujeres embarazadas o con hijos pequeños. Y entre 2017 y 2022 se registraron 275 quejas por despido injustificado por embarazo, de acuerdo con CONAPRED.
El estudio sobre discriminación laboral por embarazo en México revela una realidad preocupante: el17.3 por ciento de las mujeres trabajadoras ha sufrido algún tipo de discriminación por estar embarazada, mientras que el 4.7 por ciento fueron despedidas, perdieron beneficios o la renovación de contrato por esta razón.
Estas prácticas van más allá del despido: incluyen exigir pruebas de embarazo, negar ascensos, reducir salarios, modificar horarios sin consentimiento o someter a las trabajadoras a hostigamiento o labores riesgosas. Además de vulnerar derechos laborales, estas acciones provocan consecuencias psicológicas, sociales, económicas y de salud tanto para la mujer como para el bebé.
Por esto es urgente revalorar la maternidad y la paternidad, el movimiento La Vida por Delante busca hacer un contrapeso cultural ante los discursos que atacan a la familia con un mensaje directo:
“Es increíble ser mamá”
“Es increíble ser papá”.
Foto: Cuartoscuro
Ser madre es fuente de fuerza transformadora
Mendieta insiste en que la maternidad no debe verse como un obstáculo o limitante, sino como una oportunidad para crecer.
“La maternidad es fuerza. La maternidad impulsa a la mujer, no la trunca. Le da una capacidad para luchar por lo que quiere que nunca se imaginó tener. La fuerza más grande viene del corazón, tener un hijo es tener un gran motor que impulsa”.
El mensaje está dirigido principalmente a jóvenes de entre 18 y 35 años, hombres y mujeres. “Ser mamá o papá te realiza. Es lo mejor que te puede pasar en la vida”, dice convencida Pau, pues recientemente se convirtió en madre.
Una apuesta cultural por la familia
Con campañas, materiales audiovisuales y testimonios reales, LVPD busca inspirar a una nueva generación a ver la familia como la base del amor y la libertad.
“Si tenemos mamás y papás apoyados, tenemos una sociedad que avanza”, concluyó Mendieta.
El movimiento nacional La Vida por Delante invita a ciudadanos y organizaciones a sumarse a esta batalla cultural por revalorar la maternidad y la paternidad en México.
Ciudad de México.— Mantener el orden en casa ayuda a que las rutinas fluyan mejor y reduce el estrés cotidiano, según diversos estudios en psicología y neurociencia.
La evidencia señala que los espacios organizados favorecen la regulación emocional y mejoran la percepción de bienestar en familias con niños.
Un artículo publicado en Personality and Social Psychology Bulletin describió que las personas que percibían sus hogares como caóticos reportaron mayores niveles de cortisol, la hormona del estrés, durante el día.
En hogares con niñas y niños pequeños, el desorden aparece como parte natural del desarrollo. Sin embargo, especialistas recomiendan establecer hábitos sencillos para evitar que el caos cotidiano afecte la convivencia.
Psicólogos infantiles señalan que involucrar a los hijos en rutinas de orden fortalece la autonomía y mejora la colaboración familiar, como describe la Asociación Americana de Psicología (APA).
Ordenar reduce la sobrecarga mental en familias con niños
En el texto base, se destacó que el orden no solo mejora la estética del hogar, sino que también contribuye a la tranquilidad emocional. La idea coincide con investigaciones que mostraron cómo los entornos organizados facilitan la atención, influyen en la estabilidad emocional y generan sensación de control.
Pediatras consultados por la APA han señalado que el desorden prolongado puede aumentar la irritabilidad infantil y complicar los momentos de transición, como la hora de dormir o las tareas escolares. Las familias entrevistadas por centros de desarrollo infantil describieron que los hábitos compartidos para ordenar generaron momentos de convivencia y disminuyeron discusiones diarias.
Asignar un lugar para cada objeto facilita que los niños colaboren
El texto original subrayó que uno de los principales generadores de desorden es no asignar un lugar para cada cosa. Organizaciones como Child Mind Institute explicaron que los niños participan mejor cuando identifican espacios claros para juguetes, ropa o materiales escolares.
Especialistas recomiendan usar contenedores accesibles y etiquetas visuales que permitan a los más pequeños identificar dónde va cada objeto. La acción repetida de colocar cada cosa en su sitio fortalece la memoria espacial y hace más predecibles las rutinas familiares.
Crear micro rutinas después de cada actividad mejora la cooperación
Psicólogos del desarrollo subrayan que el hábito de recoger los juguetes después de jugar favorece la autorregulación infantil. Estudios sobre hábitos tempranos mostraron que pequeñas rutinas repetidas durante el día ayudan a que los niños anticipen lo que sigue y disminuyan las resistencias.
Padres entrevistados en programas de educación familiar explicaron que establecer una “mini rutina” de orden después de cada actividad redujo discusiones y generó mayor colaboración. Las familias señalaron que esos momentos breves también fortalecieron la convivencia.
Menos objetos reduce la sobrecarga sensorial en niñas y niños
El texto señaló que la acumulación de objetos incrementa el desorden. Investigaciones del University of Toledo mostraron que los niños juegan de forma más creativa cuando tienen menos juguetes disponibles.
El estudio describió que demasiados objetos pueden sobreestimular, dificultar la concentración y reducir el juego significativo.
El minimalismo moderado aparece como una herramienta útil en hogares con niños pequeños. Las familias que rotaron o donaron juguetes observaron que sus hijos dedicaron más tiempo a cada actividad y mostraron menos ansiedad durante el juego.
Paciencia y trabajo en equipo fortalecen el ambiente emocional del hogar
La evidencia científica coincide con el enfoque del texto original: el orden funciona mejor cuando se comparte. Psicólogos familiares señalaron que repartir tareas según la edad favorece el sentido de pertenencia y mejora la dinámica diaria.
En hogares con niñas y niños, un poco de desorden aparece como parte natural del crecimiento. Los especialistas invitaron a priorizar la convivencia, mantener expectativas realistas y adaptar los hábitos a cada etapa del desarrollo.
Ciudad de México.— En las relaciones de pareja, los modales continúan siendo una base esencial para mantener la armonía, la empatía y el respeto mutuo.
Un “por favor”, un “gracias” o la puntualidad en una cita reflejan más que cortesía: son expresiones de consideración hacia la otra persona.
Estudios del organismo indican que las parejas que practican hábitos de cortesía muestran mayor estabilidad y comunicación positiva.
La importancia de escuchar y expresar las necesidades
La coach y autora Alison Cheperdack, especialista en etiqueta y protocolo, explicó que abordar los desacuerdos sobre los modales requiere empatía.
“En lugar de decir ‘siempre llegas tarde’, puedes expresar: ‘para mí es importante que seas puntual porque me hace sentir valorado’. Ese tipo de comunicación transforma la conversación”, señaló.
Según la American Psychological Association (APA), expresar las necesidades desde las emociones y no desde la crítica ayuda a prevenir discusiones y fomenta un clima de respeto en la relación. La psicología de la comunicación positiva se ha convertido en una herramienta esencial en la convivencia afectiva.
Cheperdack subrayó que los modales no deben verse como una imposición, sino como acuerdos que surgen del respeto. “La etiqueta comienza al escuchar al otro y reconocer lo que necesita”, destacó.
Los acuerdos y la flexibilidad fortalecen la relación
Crear acuerdos permite encontrar puntos en común sin intentar cambiar la esencia del otro. El IMEFAM recomienda que las parejas conversen sobre sus tradiciones familiares y costumbres personales, para llegar a compromisos que promuevan una convivencia sana.
Cheperdack señaló que compartir las tradiciones ayuda a comprender el origen de ciertos comportamientos.
“Se trata de respetar lo que el otro considera importante, sin avergonzarlo ni minimizarlo”, explicó.
Los modales como cuidado emocional
El respeto, la escucha y la consideración diaria fortalecen el vínculo afectivo y la salud emocional de la pareja. La APA sostiene que estas conductas generan seguridad psicológica y reducen el estrés relacional.
Tratar con respeto a la pareja, incluso en momentos de tensión, transmite aceptación y compromiso. Como afirmó Cheperdack, “los modales no son simples formalidades: son una manera de decir ‘te respeto’ y ‘te elijo’ cada día”.
Ciudad de México.- El acoso escolar y el ciberacoso son fenómenos multifactoriales con consecuencias graves para la salud mental de niños y adolescentes. En el marco de la conmemoración internacional para prevenirlo, la Dra. Genis Jiménez, especialista en el tema, subraya la importancia de la familia para prevenirlos, las señales a observar y la intervención psicológica oportuna para evitar desenlaces fatales.
El foco se centra en la responsabilidad compartida que tienen padres, educadores y autoridades para detener a tiempo este fenómeno que daña la vida de niños y adolescentes.
“La clave para la prevención comienza, invariablemente, en el hogar”.
La comunicación dentro de la familia es clave para detectar señales de alerta y prevenir casos de acoso escolar o cyberbullying, fenómeno creciente en las escuelas. No se trata sólo de vigilar el contenido que consumen los menores, sino de construir un ambiente de confianza donde puedan expresar sus emociones y pedir ayuda sin miedo, señala la Coordinadora de la Maestría en Desarrollo Humano, de la Ibero.
“Crear un círculo de protección, mucho diálogo y establecer parámetros de seguridad en el uso de redes sociales ayuda. Pero lo más importante es que los padres estén presentes en la vida de sus hijos. No se trata solo de prohibir dispositivos o restringir el acceso a internet, sino de generar espacios de conversación donde los adolescentes sientan que pueden compartir lo que les pasa”.
Señales de alerta que no deben ignorarse
El acoso, definido como una violencia entre compañeros que es repetitiva e intensa, genera un estado de indefensión que lesiona las emociones, el bienestar, la confianza y la seguridad de la víctima, un daño especialmente grave durante la adolescencia, etapa crucial en la creación de la personalidad.
Es vital que los padres observen cambios de comportamiento en sus hijos. La especialista destacó que aislamiento, bajo rendimiento escolar, tristeza profunda o agresividad pueden ser señales claras de que el menor está sufriendo acoso escolar.
“Si un joven se siente escuchado y apoyado en casa, será menos vulnerable al bullying y al ciberacoso”.
La problemática se agrava cuando el acoso escolar se conjuga con el ciberacoso (cyberbullying). Este último no se limita al espacio real de la escuela, sino que se extiende al internet y las redes sociales.
La experta explicó que la combinación de ambos tipos de violencia incrementa el impacto en la salud mental de los jóvenes, especialmente porque en el ciberacoso el agresor a menudo no se conoce, y el nivel de persecución y amenazas es mayor.
Para evitar que las situaciones escalen a niveles extremos, como el daño irreparable o, la pérdida de la vida, la Dra. Jiménez recalcó la necesidad de una atención inmediata y exhaustiva.
“Lo que nos va a permitir que la situación no llegue a este punto es atención psicológica integral, incluso psiquiátrica, familiar y poder atender como todos esos factores que están alrededor de la situación, porque cada caso de bullying es diferente”, concluyó la especialista.
La experta recordó que este fenómeno requiere la intervención de familias, educadores, psicólogos y autoridades, y que existen líneas de ayuda y organismos especializados para denunciar el acoso y recibir la orientación necesaria.
Ciudad de México. El inicio de la vida, desde la gestación, depende completamente de la salud y la nutrición de la madre. Sin embargo, un nutriente fundamental para el desarrollo del bebé, la Vitamina D3, registra una deficiencia crítica en México, que ya alcanza cifras de problema de salud pública. Su consumo adecuado en la mujer embarazada es la clave para asegurar la formación de huesos fuertes y un sistema inmune robusto.
Para la Dra. Carmen Ana Ruiz Monroy, destacada especialista en nutrición con Doctorado en Ciencias de la Educación Familiar, la atención de este micronutriente durante la maternidad es un tema que involucra a la salud pública y la dinámica familiar para asegurar el consumo de la dosis mínima.
La crisis de la Vitamina D en México: Un asunto de salud pública
La experta señala que, a pesar de la importancia de la Vitamina D para el cuerpo humano, gran parte de la población adulta padece un déficit. Las razones son variadas, desde la poca exposición solar hasta las dietas restrictivas que eliminan las grasas, donde se disuelve esta vitamina liposoluble.
“Sí, es un problema de salud pública. Más de la mitad de mexicanos, aproximadamente un sesenta por ciento de mexicanos adultos tiene deficiencia de vitamina D. Entonces, por supuesto que tenemos que atenderlo porque esto va a conllevar problemas en su salud ósea en la vejez. Entonces, tenemos que cuidarlos, además en todas las etapas de la vida”.
En entrevista exclusiva con Siete24, la especialista en nutrición subraya que esta deficiencia se arrastra al bebé, evidenciándose incluso al momento del nacimiento. Por ello, el embarazo representa un momento único para corregir este déficit.
“Muy importante que el embarazo sea atendido para incrementar la vitamina D. Es el momento de la etapa de la mujer en la que incluso ella como madre está consciente que tiene que cuidar su alimentación para ese bebé. Ahí empieza nuestro ciclo de vida”, destaca la Dra. Ruiz Monroy.
Vitamina D3 en el embarazo: huesos fuertes desde el vientre
La especialista reveló cifras preocupantes en cuanto a la deficiencia de la Vitamina D3 en los mexicanos adultos, que se tornan alarmantes en los recién nacidos, pues casi el 100 por ciento de los bebés presenta esta carencia.
“La cifra de bebés con deficiencia de vitamina D3 es muy alta. Los estudios en México muestran que el 98% de recién nacidos presentan deficiencia”.
La Dra. Ruiz Monroy alerta que si la madre presenta una deficiencia, la salud ósea del bebé se compromete. Se han documentado casos de mujeres que, después de uno o dos embarazos con déficit de Vitamina D, sufren fracturas por movimientos sencillos. Esto se debe a que el cuerpo prioriza la formación del esqueleto del bebé, desmineralizando a la madre.
La función principal de la Vitamina D es garantizar que el cuerpo absorba el calcio y lo utilice para formar estructuras óseas sólidas. Este proceso es vital durante la gestación y aún en los bebés con deficiencia se puede cambiar el rumbo en la lactancia, explica.
La importancia de la Vitamina D3 no cesa con el nacimiento; se extiende a la lactancia, cuando el bebé depende exclusivamente de la alimentación materna durante al menos seis meses. El consumo correcto de la vitamina por parte de la madre asegura la continuidad del aporte al hijo, lo que influye en aspectos clave de salud, incluyendo la formación de una microbiota correcta y la inmunidad.
“El que la mamá lo siga consumiendo, se siga asegurando su consumo correcto durante la lactancia, es lo que va a asegurar en los bebés ese nivel o esa suficiencia en Vitamina D3”.
Lamentablemente, la deficiencia es sistémica, . La alarmante deficiencia de D3 en el 98% de recién nacidos, es un dato que la especialista vincula a la omisión de alimentos durante el embarazo, a menudo por dietas restrictivas ligadas al control de peso.
Recomendaciones Prácticas: La dosis y los alimentos clave
La Dra. Ruiz Monroy enfatiza la necesidad de una estrategia dual para asegurar el consumo de este nutriente. Por un lado, la ingesta a través de alimentos ricos en grasa, donde la Vitamina D se disuelve (huevos, quesos y leche). Por otro lado, la complementación con una dosis diaria específica, particularmente crucial para la mujer embarazada.
“Sí es importante tener este tema de si necesitamos tomar cierta cantidad de sol… Muchas veces el embarazo va acompañado de recomendaciones específicas y en este caso uno de los nutrimentos clave es asegurar el consumo de Vitamina D3 con dosis 4.000 unidades internacionales.”, indica la especialista.
Esta dosis no solo es segura, sino que garantiza el funcionamiento óptimo del organismo.
“Es un consumo que sí va a permitir asegurar todas las funciones como es la formación de huesos, y el desempeño correcto del sistema inmunológico”, concluye la Dra. Ruiz Monroy, haciendo hincapié en que la nutrición durante el embarazo requiere disciplina y metodología para que, tanto la madre como el nuevo ser, mantengan la salud a largo plazo.
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