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El Covid-19 redescubre lo humano del sacerdote, vulnerable como todos: Mons. Roberto Domínguez
Históricamente en el caminar de nuestros pueblos los presbíteros han sido fundamentales para su progreso
Ecatepec.- Durante la celebración eucarística denominada Jornada Nacional de Oración por los Sacerdotes Mexicanos Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, Obispo de Ecatepec y Responsable de la Dimensión Episcopal del Clero de la CEM, señaló que “históricamente en el caminar de nuestros pueblos los presbíteros han sido fundamentales para su progreso.
El religioso añadió que los hermanos presbíteros que ante el señor son mensajeros de esperanza ante un nuevo comienzo de esta y después de esta pandemia provocada por el Covid-19.
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“Por ello exhorto a nuestros hermanos laicos en la caridad cristiana, correspondan con la oración, cercanía y apoyo para con sus sacerdotes”, añadió.
Dijo que la tribulación mundial provocada por el Covid-19 también ha tenido que ser afrontada por nuestros hermanos sacerdotes en diferentes formas algunos han acompañado al pueblo en todo tipo de pastoral otros, han sido contagiados y otros en el compromiso de su ministerio han sido llamados a la casa del padre celestial.
Domínguez Couttolenc aseveró que la palabra de Dios nos recuerda que en la vida terrenal está presente el sufrimiento por enfrentar duras pruebas, pero de todas ellas el Señor nos libre por eso nos anima a confiar en él.
En el marco de esta jornada de oración por los sacerdotes hemos querido mostrar nuestra gratitud nuestra cercanía y corresponsabilidad para con ellos, en estos momentos de complejidad con nuestra oración y apoyo, expresó el Obispo de Ecatepec.
En esta arca sacudida por la tempestad no está el sacerdote sino también su feligresía como señaló nuestro querido Papa Francisco que el confinamiento nos ha hecho experimentar el miedo e incertidumbre el sacerdote es un discípulo que experimenta el miedo después de tanto oleaje
Finalmente reiteró que la Virgen de Guadalupe madre de los mexicanos nos anime en este comienzo cuide de nuestros sacerdotes, aliente nuestra fe y esperanza en nuestro caminar con el pueblo de Dios que él nos ha confiado.
ARH