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Cine

‘Inesperado’ concluye gira en favor de la vida en toda la República

7 mil mujeres pidieron ayuda para no abortar

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Ciudad de México. — El productor y activista por los derechos humanos, Eduardo
Verástegui, acaba de finalizar la gira por México presentando la película “Inesperado”.

La cinta narra la historia real de Abby Johnson, ex directora de una clínica de la multinacional Planned Parenthood, a cuyo cargo se realizaron más de 22 mil abortos, incluyendo dos de ella. Johnson renunció a aquella organización luego de ver por ultrasonido a un bebé defendiéndose durante un aborto.

La gira, que terminó convirtiéndose en un movimiento nacional por la vida, finalizó el 30 de diciembre y abarcó los 32 estados mexicanos con la inédita realización de 32 premiers privadas, donde Verástegui habló a la audiencia, invitando a defender la vida. “Ser pro-vida no es solamente defender a los bebés en el vientre de la madre –remarcó el cineasta-.

Es también ver y ocuparse de los niños en situación de calle, de las víctimas de la trata, de los adolescentes que sufren adicciones, de las mamás abandonadas y violentadas, de quienes han sido falsamente acusados y penan una cárcel que no merecen, de los enfermos sin recursos que no pueden pagar un tratamiento médico adecuado, de los ancianos que están solos y olvidados muriendo de tristeza. Y más. Es ser la voz de los que no tienen voz, empezando por los más pequeñitos en el vientre de su madre que corren el riesgo de ser abortados”.

La película llegó a cientos de miles de espectadores y a más de 700 periodistas convocados en 32 ruedas de prensa. “Si cada madre tuviera el vientre de cristal, ninguna abortaría, porque verían el milagro que llevan dentro”, destacó.

Alternativas concretas ante el aborto


Durante la gira, a través de un call center (WhatsApp 5536-778518) que reúne a 510 instituciones, se pudo canalizar ayuda a más de 7 mil mamás con embarazo inesperado. “Su pedido de ayuda para no abortar reafirma que la mayoría de nuestro pueblo elige defender la vida”, expresó el cineasta. Centrada en la vida, la mujer y la familia, la gira unió el arte, la política y la ética a la voz de Viva México.

Decir “sí a la vida” requiere de iniciativas legislativas que ayuden a la mujer vulnerable con verdaderas alternativas ante el aborto, remarcó Verástegui, tanto en materia de emergencias obstétricas para disminución de la mortalidad materna como de auxilio ante la pobreza, atención alimentaria, de vivienda, de salud para los bebés en sus primeros 1000 días de vida contando desde la concepción, educación para un proyecto de vida, mejoras en las leyes de adopción.

La película contó con el respaldo de gobernadores, funcionarios, más de 200 legisladores federales y locales de todos los partidos, alcaldes, rectores, maestros, estudiantes, cámaras empresariales, líderes de la sociedad civil, obispos, pastores, militares.

Cierre en la ciudad donde nació Eduardo Verástegui


La gira inició en el mes de agosto, tuvo su lanzamiento oficial en CDMX el 25 de octubre y finalizó con tres cierres: uno formal el 11 de diciembre en Mérida, Yucatán; otro espiritual el 12 de diciembre con la “misa de las rosas” en la basílica de Guadalupe, y un cierre emotivo el 30 de diciembre en Ciudad Mante, Tamaulipas, la ciudad donde nació Eduardo Verástegui. “Mérida es la “ciudad blanca” y la más segura del país: simbólico, cuando lo que precisamente buscamos es seguridad para los bebés, que no les toquen sus derechos, que el vientre de una madre vuelva a ser el lugar más seguro del planeta para su hijo –dijo el productor-. Y Ciudad Mante es donde nací: reafirmando una vez más el valor de dar a luz, de que cada hijo es luz y de que queremos una sociedad inclusiva donde todos tengamos lugar y nadie sea descartable”.

16 legisladoras, embajadoras por la vida


Verástegui agradeció especialmente a las 16 legisladoras y funcionarias, embajadoras de la
película -diputadas y senadoras federales de distintos partidos políticos- por su compromiso para llevar a la pantalla Inesperado. Las embajadoras de la película en México son: las senadoras Lilly Téllez García (MORENA/Sonora), Alejandra “la Wera” Reynoso Sánchez (PAN/Guanajuato), Sasil de León Villard (PES/Chiapas), Martha Márquez Alvarado (PAN/Aguascalientes), Claudia Balderas Espinoza (MORENA/Veracruz), y las diputadas Sara Rocha Medina (PRI/San Luis Potosí), Geraldina Herrera Vega (MC/Jalisco), Madeleine Bonnafoux Alcaraz (PAN/Sonora), Elba Lorena Torres Díaz (PES/Aguascalientes), Adriana Teissier Zavala (PES/Quintana Roo), Norma Guel Saldívar (PRI/Aguascalientes), Margarita Flores Sánchez (PRI/Nayarit), Ana Paola López Birlain (PAN/Querétaro), Soraya Pérez Munguía (PRI/Tabasco), Carolina García Aguilar (PES/Estado de México), y la ex diputada Paola Félix Galico, quien ahora trabaja en el gobierno de CDMX.

La mala y la buena noticia


“Los promotores del aborto tienen sus metas claras para México: lograr que se legalice en todo el país, los 9 meses de embarazo -aseguró Verástegui-. Su estrategia es ir estado por estado, procurando la aprobación del aborto hasta las primeras 12 semanas de embarazo, con propaganda disfrazada de humanismo. Es así como lo lograron en Ciudad de México hace 10 años.

Luego, pasar de 12 a 24 semanas, hasta llegar a que sea legal durante los 9 meses, tal como acaba de suceder en New York”. Recordó los intentos de legalización en Oaxaca, Hidalgo y otros estados de la república. “Esas iniciativas contra la vida y los intentos que seguirán son la mala noticia –dijo-.

La buena es que hay legisladores valientes y comprometidos que lograron frenarlas. Y que somos mayoría los que celebramos y defendemos la vida. El debate del aborto nos lleva a definir en qué sociedad queremos vivir, qué tipo de país queremos ser: ¿uno que descarta personas o que las incluye? Nosotros elegimos incluir”, finalizó.

Siete24.mx



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Cine

Vicenta María fue una mujer visionaria: Cristina González, protagonista de “La sirvienta”

La película ya está en cines

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la sirvienta

Ciudad de México.- Cuando el cineasta Pablo Moreno y los productores del estudio español Bosco Films, invitaron a Cristina González del Valle como protagonista de la película La sirvienta, sobre la vida de Santa Vicenta María López, quien se convertiría en la fundadora de la Congregación de Religiosas de María Inmaculada, la actriz no conocía su historia, pero se sintió tocada por ella y en algunos aspectos se identificó con esta ejemplar mujer.

Vicenta María fue una mujer visionaria, adelantada a su tiempo, nació en Navarra, al norte de España, en el siglo XIX, en esa época luchó por los derechos y dignidad de las mujeres, y ayudó a aquellas sin hogar, sin trabajo y sin medios para subsistir, a encontrar su propio camino y salir adelante en distintas ocupaciones. Ya como religiosa se las ingenió para tener una casa en la que refugió a estas mujeres, y se convirtió así en la fundadora de la Congregación de Religiosas de María Inmaculada.

Como Vicenta María, Cristina llegó del norte de España a Madrid, para buscar trabajo y labrarse un lugar, tuvo muy poco tiempo para conocer su historia y preparar el personaje en La sirvienta, nos platicó la actriz en entrevista con Siete24 desde Madrid.

“El director, Pablo, me dio una semana para preparar el texto, antes del casting, y si estamos hablando que se trata de un personaje histórico de hace casi 200 años. Yo no conocía nada de ella y cuando puse en Google Vicenta María casi me caigo para atrás, pero ha sido maravilloso, el personaje sin duda fue un reto, porque era muy alejado de mí, y es el que más he disfrutado, es un personaje lleno de matices, con una bondad infinita”.

CRISTINA GONZÁLEZ

La película La sirvienta contó con la asesoría permanente de las hermanas religiosas de María Inmaculada, quienes albergaron a Cristina durante tres días en el convento, para apoyarla con dudas sobre la personalidad de la santa, mirara su habitación, sus dibujos, y después durante el rodaje.

“Vicenta María se planteó un futuro para estas chicas, ella era una visionaria, una mujer adelantadísima a su época, y se le ocurrió que tenía que formarlas para que tuvieran una vida mejor; las enseño a leer, a escribir, sumar y restar, y les enseño labores domésticas”.

CRISTINA GONZÁLEZ

Cristina nos habló también de lo que le dejó el personaje de María Vicenta en La sirvienta, pues antes de que se lo ofrecieron ella estaba a punto de abandonar Madrid ya que no había logrado cumplir sus sueños, y dos siglos después, Vicenta María también llegó a salvarla.

“Me quedo con la pasión incansable que le ponía a todo, esa lucha cotidiana, que yo trató de aplicar en mi día a día, porque hay algunos días que te dan ganas de abandonar todo, sobre todo en la profesión que tengo, que es preciosa pero muy inestable, es dura. Desde que interpreté a Vicenta María yo creo que esa lucha va conmigo”.

cristina gonzalez

TE CONTAMOS: ¿DE QUÉ TRATA LA SIRVIENTA?

Finalmente la protagonista nos dijo que por sus valores, la película es ideal para el público joven.

“Me parece que está enfocada a los jóvenes, pues hoy en día me parece que faltan muchos valores, ayudar al otro en cualquier ámbito de la vida, nos falta ser un poco más empáticos con el otro. Me gustaría que esta medicina para los jóvenes llegue a un montón de colegios”.

cristina gonzalez

Producida por Bosco Films y dirigida por Pablo Moreno, La Sirvienta, estrenó en cines mexicanos el 21 de septiembre.

npq

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Cine: Max, catequesis moderna y animada

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Cine: Max, catequesis moderna y animada

Ciudad de México.— De la productora Dos Corazones Films (Cristiada, El Gran Milagro, Karol) llega este 12 de octubre a más de 700 salas en la República Mexicana la película Max, una historia animada que rinde homenaje a la vida del sacerdote polaco san Maximiliano Kolbe, fraile franciscano, misionero y editor de una de las revistas impresas de mayor alcance y distribución de la primera mitad del siglo XX; recordado esencialmente como uno de los mártires del campo de concentración nazi en Auschwitz-Birkenau durante la Segunda Guerra Mundial y un ejemplo de total entrega cristiana por la vida del prójimo.

La figura e historia del padre Kolbe ha inspirado a no pocas producciones televisivas y cinematográficas (Maximilian: el santo de Auschwitz, de 1995; Vida por vida, de 2006; Dos coronas, de 2017), las cuales se han centrado en la portentosa, sobrehumana y conmovedora decisión del religioso de entregar su propia vida por la salvación de otro prisionero en el campo de concentración, decisión con la que coronó una fecunda vida de entrega y compromiso cristiano.

No obstante, quizá para acercar la hagiografía del santo franciscano a las familias y jóvenes del siglo XXI, el filme Max hace converger la vida del padre Kolbe con una historia contemporánea entre un misterioso anciano viudo y un problemático huérfano adolescente. Entre ambos personajes, mandatados por las autoridades a compurgar una sanción que los obliga a convivir, refulge la vida del santo Kolbe como un relato que inspira y actualiza las convicciones de la identidad cristiana en medio de las oportunidades y de las adversidades.

Y en realidad ese es el corazón de la producción de Max: una catequesis moderna y actualizada de la riqueza de la catolicidad. A lo largo del filme no sólo se destaca la radical importancia de la acción sacramental y la íntima compañía maternal mariana en medio de los avatares de cada vida humana sino el papel del testimonio cristiano como fuente de inspiración para la resolución de conflictos, para la promoción de la amistad social y de la interrelación personal.

Max es un filme que no sólo revalora la vocación sacerdotal católica sino que provoca sutilmente a los creyentes y a los ministros respecto a las oportunidades de ser agentes de paz, reconciliación y servicio al prójimo. Es, por ejemplo, la creatividad conciliadora de un párroco el detonante que transforma el conflicto en conciliación, la distancia en encuentro y la diferencia en amistad.

Sin duda, el filme aborda intencionada e inevitablemente algunas condiciones humanas dolorosas como la enfermedad, la guerra, la viudez, la orfandad, la vejez, el aislamiento y, por supuesto, la muerte; pero no deja drama sin respuesta bajo la certeza de las virtudes teologales (fe, esperanza y amor) que iluminan la compleja realidad, ya sea en el marco de la guerra o en la cotidianidad contemporánea de la construcción de una amistad aparentemente imposible.

Max es un filme animado que celebra ante todo la vida social a través de claros ejemplos de gratuidad, generosidad, tolerancia y respeto; que enaltece la sana inquietud por explorar lo desconocido con audacia, aventura y permanente aprendizaje; que celebra también el espíritu humano en su tesón, su creatividad y entrega mientras honra al pasado e incorpora la conciencia de la memoria histórica a su vida y a la de sus semejantes.

Pero además, gracias a las posibilidades creativas e imaginativas que proporciona las técnicas de animación, el filme propone audaces alegorías visuales de los misterios divinos en la vida de los hombres y en la vida eterna; la producción ofrece vistosas representaciones de verdades de la fe católica insertas en espacios y ambientes diseñados con gran calidad artística, como en los templos y otros momentos de sacralidad mostrados en la película.

Finalmente, es importante señalar que la historia se soporta en un ágil y accesible guión de Bruce Morris (guionista de Hércules y Pocahontas) que salta entre las historias de Kolbe y del dúo del viejo Gunther y el joven DJ; y que cuenta con una emotiva banda sonora compuesta por Mark MacKenzie donde destacan los solos del prestigioso violinista norteamericano, Joshua Bell.

*Director VCNoticias.com @monroyfelipe

ebv

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