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Ex niña trans ahora lucha para proteger a menores de cirugías de cambio de sexo

ahora encabeza una lucha para proteger a otros menores de ser sometidos a cirugías de cambio de sexo en EU.

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Chloe Cole es una joven arrepentida de ser operada para transformarse en un hombre, se describe así misma como una “ex niña trans” y ahora encabeza una lucha para proteger a otros menores de ser sometidos a cirugías de cambio de sexo en EU.

El sitio Aciprensa publica que Chloe, que actualmente tiene 18 años, decidió revertir su proceso de cambio de sexo luego de sufrir muchísmo y durante años efectos negativos por tratamientos homonales y ser sometida a una doble mastectomía.

Eventos traumáticos que ahora describe como abuso infantil y experimentación médica.

“Hoy en día la joven viaja por todo Estados Unidos para compartir su historia, advertir a los padres de familia sobre los efectos de los procedimientos de “transición de género” en los niños, y denunciar el creciente aumento de lo que ella denomina ‘abuso infantil’ y ‘experimentación médica’, publica Aciprensa.

Chloe dijo que los problemas de imagen corporal, la exposición temprana a contenido LGTB y el acceso sin control al internet son problemas que la impulsaron a luchar contra la disforia de género en su país.

Dijo que fue expuesta por primera vez a la ideología de género a los 11 años a través del internet, y que a los 13 años inició los tratamientos hormonales, llamados “bloqueadores de la pubertad”, para hacer la “transición” a hombre.

“Me faltaban modelos femeninos a seguir mientras crecía”, dijo la joven a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI- y además, señaló que a los 7 años se le diagnosticó autismo y TDAH, dos comorbilidades que, según explicó, “son comunes con la disforia de género”.

La periodista independiente Abigail Shrier informó que, según estudios científicos, los niños con el espectro autista son particularmente vulnerables a la atracción del transexualismo.

Narró que cuando por primera vez les dijo a sus padres que era un niño, ellos “estaban asustados y desesperados por obtener respuestas”, y que “la clínica de género” les mostró “la clásica falsa dicotomía: ¿Prefieres tener una hija muerta o un hijo vivo?”.

Dijo que al poco tiempo los médicos aceleraron su proceso de “transición” de niña a niño, y que su decisión de firmar la transición fue “forzada bajo una presión extrema”.

Con solo 13 años, Chloe recibió “bloqueadores de la pubertad” y testosterona que le provocaron efectos secundarios negativos, como sofocos insoportables y lo que ella describe como una “sensación de aburrimiento” interminable.

“Para mí fue bastante malo, como si me estuviera dando mucha picazón en todo el cuerpo. Hubo ciertos días en los que ni siquiera podía usar suéteres o pantalones largos cuando hacía frío”.

La joven dijo que como los “bloqueadores” debilitaron su densidad ósea, aún tiene dolor en las articulaciones, además de alergias y síntomas continuos de infección del tracto urinario.

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Le robaron “la belleza de la maternidad”

Chloe dijo que la “doble mastectomía con injertos de pezón” a la que se sometió es la que más efectos secundarios graves le traerá por el resto de su vida.

Explicó que los cirujanos le realizaron “cortes debajo del seno” para extraerle los “tejidos que están debajo”; y además, le retiraron quirúrgicamente sus pezones para luego volverlos a injertar en una “posición más masculina”.

“Cortaron las terminaciones nerviosas. La sensación nunca vuelve a ser la misma y hay cambios permanentes en la pigmentación; es posible que nunca se vea igual”, añadió.

La joven precisó que los médicos le dijeron que un año y medio después de la cirugía la mayoría de sus injertos estarían curados. Sin embargo, señaló que ya han pasado más de dos años y aún “la capa superior de la piel […] emite este fluido constantemente, así que tengo que usar vendajes no adhesivos sobre ellos todo el tiempo”.

Chloe recordó que sufrió mucho cuando se arrepintió de la mastectomía y que lo que más lamenta es que le hayan quitado “la belleza de la maternidad”, cuando aún no podía entenderlo bien.

“A los 15, realmente no estaba pensando. Yo era una niña, solo tratando de encajar, sin pensar en la posibilidad de convertirme en madre”.

La joven abandonó su proceso de “transición” en 2021, gracias a que llevó una clase de psicología donde aprendió sobre la importancia de la lactancia en el vínculo madre e hijo.

“En el momento en que estaba tomando esta clase tenía 11 meses después de la operación. Me di cuenta de lo que me quité, porque me dejaron tomar esta decisión cuando apenas estaba en la mitad de mi adolescencia”.

Y agregó:

“Nunca tendré la experiencia, ni siquiera la opción, de amamantar a mis hijos y vincularme con ellos de esa manera”.

Los adultos deben tomar una posición

La joven dijo que espera que su historia ayude a los padres que luchan contra la disforia de género y les recomendó pasar tiempo con sus hijos. “Háganles saber que son amados y manténganse en contacto con ellos. Si están en internet, controlen su uso”

Recordó que hay médicos que comparten en internet “información sesgada” sobre el tema, como Sidhbh Gallagher, un cirujano de afirmación de género de Miami que anuncia procedimientos de “transición” para menores de edad en TikTok.

npq

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