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Responsable de Mi Vida

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En busca de la armonía interior.

¿Cuántas veces le echaste la culpa a La Vida de lo que te sucede?

La Vida no es injusta ni justa. Simplemente es un gran misterio que podemos interpretarlo como maravilloso o cruel, basándonos en nuestras creencias y expectativas. La vida fluye, avanza, no es un juez que se detiene a pensar si algo está bien o está mal. Si le encontramos sentido podemos descubrirla, disfrutarla y crecer mediante la experiencia, aprendiendo a ser mejores personas. Y en un polo opuesto, totalmente desmotivados, podemos dejarla pasar.

Si nos quedamos mirando como la vida pasa, esperando que sea justa, poco a poco, nuestra armonía interior comenzará a teñirse de resignación y resentimiento. Resignación por no intentar más lograr ese sueño que tanto ansiábamos y por repetirnos hasta el convencimiento que “así es la vida”. Resentimiento por aferrarnos al enojo por las cosas que “nos” hicieron o por no aceptar que las cosas suceden, y que continuarán sucediendo, aunque estemos convencidos de que son injustas.

Hoy me gustaría compartirles una nueva distinción que nos permite tomar las riendas de nuestra vida, alejándonos de la resignación y del resentimiento.

Víctima o Responsable, a mi entender, es una de las distinciones más importantes del Coaching Ontológico.

Ante una situación que nos mueve de nuestro eje, que irrumpe en nuestra paz interior generando un sentimiento de injusticia, una emoción de enojo, bronca o ira, tenemos básicamente dos maneras de reaccionar: como VÍCTIMAS o como RESPONSABLES.

Ante un hecho que nos afecta si asumimos el rol de Víctima haremos foco en buscar culpables, en explicarle al mundo que no tenemos la culpa y que el problema lo causó otra persona o una adversidad. Probablemente emitamos frases como “El despertador no ME sonó”, “Mi jefe ME da más trabajo que a otros”, “Mi hermano ME pegó primero”. Frases que buscan culpables y que intentan deslindarnos de toda responsabilidad. Entonces nos justificamos pensando “llegué tarde por culpa del despertador”, “no logré los objetivos por culpa de mi jefe”, y “tuve que pegarle a mi hermano porque él me pegó primero”. Así, la alternativa de no pegarle a mi hermano directamente no existe. La víctima siempre se siente perfecta y no cabe la posibilidad de encontrar una alternativa a su accionar.

¿Hay otra alternativa? Por supuesto que SÍ. Hacernos RESPONSABLES.

Ser responsables es:
● Aceptar que las cosas pasan.
● Concientizarnos que nos afectan.
● Involucrarnos en el problema aceptando que tenemos mucho por aprender.
● Ser parte de la solución tomando un rol protagónico de nuestra vida.

Ser responsable es no dejar que las adversidades nos controlen, sino reconocerlas y utilizarlas como información para tomar decisiones en nuestras vidas.

Es buscar el camino del aprendizaje mediante preguntas y respuestas:
● ¿Qué me gustaría que suceda?
● ¿Qué nivel de compromiso tengo en buscar una solución?
● ¿Qué puedo hacer ante esta situación?
● ¿Qué hice mal o qué no hice?
● ¿Qué puedo hacer diferente a partir de ahora?
● ¿Qué aprendizaje me deja lo vivido?

Estas preguntas nos devuelven el rol protagónico. Nos sacan del foco en buscar culpables y creernos perfectos para reconocernos como parte de la situación y de la solución.

● ¿Estás dispuesta a aceptar que muchas veces tomas un rol de Víctima?
● ¿Eres consciente de que siempre tienes la elección de ser Responsable?

Ahora que tienes la distinción, lo importante es que comiences a reconocerte cuando estás en Víctima y recuerda que siempre tienes otra alternativa que te guiará por el sendero de la Armonía Interior, ser responsable de Tu Vida.

Alfredo Lambardi

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