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Jugadores de Nets ayudan a remodelar escuela
Ciudad de México.- Los jugadores de Nets de Brooklyn se pusieron unos lentes especiales, unos guantes, agarraron el rodillo, lo pasaron por la charola de pintura y se pusieron a pintar una pared de la escuela Miguel A. Quintana, dentro de las actividades sociales en la capital mexicana.
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Ellos, su cuerpo de entrenadores y algunos miembros de la directiva, se encuentran aquí con motivo de los dos encuentros que van a disputar en la Ciudad de México, el jueves ante Thunder de Oklahoma City y el sábado contra Heat de Miami.
Ahí estaba el ruso Timofey Mozgov, el pivote de Nets, el grandulón de dos metros y 16 centímetros de estatura como un niño divirtiéndose con el rodillo y la pintura blanca y luego la azul para remarcar los bordes y entre pasada y pasada del rodillo se dejó tomar fotos con los alumnos de dicha escuela primaria.
Con estas sonrisas acabamos el evento de @nbacares con los @BrooklynNets previo a los #NBAMexicoGames ???????????????? pic.twitter.com/y0eGb6Hh7n
— NBA MÉXICO (@NBAMEX) 6 de diciembre de 2017
DeMarre Carroll, el alero, el de 31 años, el de dos metros y tres centímetros, le puso empeño y cada movimiento fue con entrega y una sonrisa que maravilló a los niños y demás personas que atestiguaron su obra de arte.
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Estas acciones son parte del programa NBA Care, las actividades de responsabilidad social de la Asociación Nacional de Baloncesto, organismo rector del deporte ráfaga estadunidense, el que cada mes y año entrega un trofeo a aquel jugador que sobresale por sus acciones de ayuda a la sociedad.
El bajacaliforniano Tyler Zeller no necesitó de una escalera para pintar lo más alto de la barda, porque con sus dos metros y 13 centímetros de estatura le bastó para estirar el brazo y pintar de azul el borde final.
Al mismo tiempo, en la cancha remodelada, se desarrolló una clínica para los niños de la escuela primaria Miguel A. Quintana, donde Horacio Llamas y Glen Rice formaron su grupo ante cada tablero y allí hicieron que los estudiantes realizaran una serie de ejercicios para llegar al momento de encestar el balón.
Bajo un sol radiante y quemante, se desarrollaron las acciones, entre trago y trago de agua, luego la anhelada firma en la playera y finalmente todos los niños se sentaron en el piso, los jugadores quedaron parados en la parte de atrás y al grito de NBA se tomó la foto de la inmortalidad.