La familia de Raúl Jiménez lo ayudó a despertar de la pesadilla

Ciudad de México.- Raúl Jiménez nunca pensó en el retiro, a pesar de la gravedad que significó el golpe que recibió en la cabeza durante el choque entre el Arsenal ante el Wolverhampton que lo tuvo al borde de la vida y la muerte.

Nueve meses después de la fractura de cráneo que sufrió por el cabezazo de David Luiz, el atacante mexicano está de regreso.

Vivió momentos complicados, donde los pronósticos no eran favorables lo que, en algún momento, se convirtió en una pesadilla.

Pero Raúl logró tener fortaleza gracias al apoyo de su esposa, Daniela Basso, y de su pequeña hija Arya.

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“Incluso en un momento como este hay algo positivo, a mí en lo personal, gracias a esto pude vivir más la infancia, el crecimiento de mi hija que pasó cuando tenía cuatro meses y estuve prácticamente con ella y con Dany en mi casa todo el tiempo de la recuperación”.

“Muchas cosas que hacía por primera vez, me tocaron a mí. Fui muy feliz en eso, de ver ese lado positivo de esto que pasó”.

Raúl señaló que vio a su pequeña comer sólidos “con la cuchara, verla gatear, cuando dijo sus primeras palabras, la primera vez que se sentó, que se volteaba, son esas pequeñas cosas que me tocaron y estoy contento de que me hayan tocado”.

Pese a la gravedad de la lesión, Raúl Jiménez nunca pensó en el retiro “nunca pensé en terminar mi carrera o dejar de jugar, siempre tuve la confianza de que iba a regresar”.

“Desde el primer momento me informaron de los riesgos. (Los médicos) Tienen que decirte la verdad y tienes que aceptarla. La fractura de cráneo tardó un poco más de lo que todos esperábamos en sanar, pero es un milagro estar aquí”.

“Tenía el cráneo fracturado y hubo un poco de sangrado dentro del cerebro, por eso la cirugía tenía que ser rápida. Fue un muy buen trabajo de los médicos”, sentenció.