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La saltadora ecuestre Karime Pérez superó el obstáculo más complicado de su vida

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Ciudad de México.— La saltadora ecuestre mexicana Karime Pérez logró superar el cáncer de ovario que le diagnosticaron en agosto de 2021, hecho que la alejó de concursos internacionales por un periodo, pero no de la actitud necesaria para “demostrarle a la enfermedad que se había equivocado de cuerpo”.

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A sus 22 años, Karime, se describe como una persona fuerte que ama inspirar a otros a no darse por vencidos. El año 2021 quedó marcado en su vida por la enfermedad repentina de la que se enteró aquel 2 de agosto, luego de una operación que ayudó a detectar a tiempo el padecimiento en torno al Campeonato Norteamericano para menores en el que participaría.

“Los caballos se van a Estados Unidos, yo me voy a Estados Unidos; llegué tres semanas para prepararme y para competir; solo logré competir dos días porque uno se canceló por lluvia. Recuerdo que el domingo después de haber saltado me empezó un dolor en la parte inferior derecha del abdomen”. Hecho que la alarmó, así como a sus familiares y amigos.

“El dolor era cada vez más fuerte, fui a urgencias en el hospital en Michigan y me hacen un ultrasonido y me dicen, tu ovario se torció tres veces”.

De inmediato, el quiste extirpado de su ovario enviado a analizar a la Universidad de Michigan.

“Ahí nos dan la noticia de que es cáncer de células germinales… yo me acuerdo que en ese momento te quedas como un poco en shock, y me dicen la mejor suerte que tuve fue que se torció el ovario debido al quiste que después se convirtió en tumor, que era como de diez centímetros de diámetro”.

Esta noticia no la derrotó, Karime, menciona que por la tarde ella ya tenía un plan para la prueba de salto más grande de su vida.

“Yo en la tarde ya estaba pensando, yo le voy a enseñar al cáncer que eligió el cuerpo equivocado para vivir. Mi mente siempre fue muy positiva, nunca me tiré al drama y va a sonar raro, pero me la pasé muy bien”.

El cáncer es una enfermedad que se puede llegar a vencer “con buena actitud, luchando y manteniendo actividad”, como lo hizo Karime.

“Uno de los efectos de las quimioterapias es que te da mucho cansancio. Mi única pregunta fue: ¿cuándo puedo volver a hacer ejercicio?, cuando yo iba a mi casa yo montaba 5 caballos y luego me iba a correr 5 kilómetros o hacía bici 45 minutos, de hecho, todos los doctores estaban sorprendidos de que las quimios me habían pasado como agua”.

La pérdida de cabello debido a las quimioterapias tampoco fue un obstáculo, lo asumió con madurez y buena actitud.

“Yo fui a donar mi cabello antes de que se me cayera para que lo hagan peluca, mi mamá estaba preocupada de que su hija se iba a quedar sin pelo, pero le dije, ma, me da igual lo que los demás piensen de mí, si me veo bien, si me veo mal, es su problema, si yo estoy feliz y si puedo hacer feliz a alguien donando mi cabello, lo voy a hacer”.

Tras las quimioterapias, Karime, recuerda el día que tocó la campana, ese día que superó el cáncer que a su temprana edad enfrentó con ahínco.

“Ese día que toqué la campana dije sí, y perdón por la palabra ¡a huevo!, te dije cáncer que te iba a vencer”.

El 2 de agosto y el 27 de septiembre de 2023 son fechas marcadas para la saltadora que aspira a llegar a unos Juegos Olímpicos para representar a México.

Un inicio y un fin en la vida que de acuerdo a sus palabras dejó enseñanza. “La gente se queja de cosas insignificantes, hay que disfrutar la vida día a día porque de un instante a otro te puede cambiar”.

Foto cortesía

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