Deportes
Ser madre, es la mejor medalla de mujeres atletas
Ciudad de México.- La decisión de convertirse en madre previo a los Juegos Olímpicos fue el premio de algunas deportistas que quedaron fuera de la competencia que se disputa en Tokio.
Ona Carbonell, capitana del equipo español de nado sincronizado, prefirió desistir de participar en la justa olímpica. Quiso quedarse con su bebé menor de un año.
Lo anterior, porque el Comité Olímpico Internacional prohibió que las madres pudieran tener a sus hijos dentro de la Villa Olímpica por los casos de Covid.
La basquetbolista Kim Smith Gaucher fue de las primeras en alzar la voz ante la negativa del COI de que las deportistas pudieran llevar a sus pequeños.
Te puede interesar: Rommel Pacheco se despide de Juegos Olímpicos fuera del podio
“Tokio dijo ni amigos, ni familiares, ninguna excepción. Ahora mismo, me obligan a decidir entre ser madre lactante o una deportista olímpica. No puedo ser ambas”, relató la basquetbolista canadiense en un video mientras amamantaba a su pequeña.
Al final, hubo flexibilidad del COI y pudo llevar a su bebé paraque estuviera amamandántola durante los Juegos Olímpicos.
Otras futuras madres decidieron asistir a los Juegos sin importar estar embarazadas, como el caso de Lindsay Flach quién demostró que el embarazo no es una barrera y decidió competir en las pruebas preliminares con 18 semanas de embarazo.
Movimiento a favor de la madre
En 2018, la velocista Allyson Felix encabezó el movimiento para que toda atleta de élite no fuera desprotegida a pesar del embarazo.
Y es que algunas empresas patrocinadoras desisten de apoyar a las atletas cuando se dan cuenta que están embarazadas.
“Las mujeres que son atletas de élite también pueden ser madres”, dijo la velocista y señaló la falta de ética de patrocinadoras que deciden dejar de apoyar a las atletas madres.
El movimiento sigue y poco a poco se unen más atletas que piden apoyo al considerar que el embarazo no significa una baja de su rendimiento deportivo.