Celebridades
Pedro Infante víctima del COVID-19, nadie visita su tumba
Nadie visitó su tumba
Ciudad de México.- Por primera vez en más de medio siglo, 63 años, el aniversario luctuoso de Pedro Infante en el cementerio que resguarda sus restos, está totalmente desierto. Nadie visitó su tumba.
Como es costumbre, cada año el 15 de abril, se reúnen cientos de fans de Pedro Infante alrededor de su tumba en el Panteón Jardín para recordarlo, este 2020 a causa de la pandemia del coronavirus, el lugar está desolado.
Su hija Lupita Infante, quien tradicionalmente organiza el aniversario, permanece en cuarentena en su casa, al igual que otros familiares del ídolo de México.
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Así murió Pedro Infante
Las primeras horas del lunes 15 de abril de 1957, medios de comunicación reportaron la caída de un avión en el patio del domicilio ubicado en la Calle 87 esquina con la Calle 54 en el Centro de Mérida, Yucatán, y para la tarde de ese mismo día, México se estremecía ante la noticia de que Pedro Infante Cruz, “El ídolo de México”, había perdido la vida en aquel fatídico accidente.
“Un avión carguero de la TAMSA se estrelló hoy en Mérida: Perecieron Pedro Infante, el capitán Vidal y el mecánico”, reportó el Diario de Yucatán en su edición vespertina de aquel día; luego de que el avión cayera sobre la casa que también albergaba una tienda, inició un incendio que provocó la muerte de la joven Ruth Rosell Chan y el niño Baltazar Martín Cruz.
Sobre las condiciones en las que sucedió el accidente aéreo, se informó que el avión piloteado por Infante, partió del aeropuerto de Mérida alrededor de las siete de la mañana con dirección a la Ciudad de México, destino que no fue alcanzado cuando a los pocos metros de altura se presentaron dificultades en las acciones de viraje que desencadenaron en la pérdida de control y la caída de la aeronave.
¿Por qué el actor y cantante piloteaba el avión? “El ídolo de México”, era un gran aficionado al pilotaje, incluso tras casi tres mil horas de vuelo se convirtió en un profesional de las alturas reconocido como el “Capitán Cruz”, aquel fanatismo rápidamente le causó estragos, como la incrustación de una placa de titanio en la frente, tras un su segundo accidente aéreo ocurrido en Zitácuaro, Michoacán.
Fue el tercer accidente el que le costó la vida, hace 63 años, y el que se vio envuelto en la polémica por lo que se transportaba en aquel avión.
Los funerales fueron multitudinarios en la capital mexicana, donde miles de fanáticos y miembros de la comunidad artística perteneciente a la Época de Oro del Cine en México, acudieron a darle el último adiós.
Los restos de “El ídolo de México”, fueron velados en el recinto entonces conocido como el Teatro de la Asociación Nacional de Actores, lugar desde donde se emprendió un cortejo fúnebre con dirección al Panteón Jardín.
La última morada de Pedro Infante, en dicho camposanto, estaba conformada por un busto dorado que se alzaba en medio de un mausoleo de gran proporción, el cual fue catalogado como “un homenaje luctuoso al ídolo de México”.
En 2007 aquella lapida que acompañó su última morada por cinco décadas fue subastada por la casa “Louis C. Morton”.
Según lo declarado en ese entonces, por los dueños del lote, la recaudación sería destinada a alguna institución benéfica o para la casa del actor.
En el Panteón Jardín se colocó una réplica de dicha lápida, donde año tras año, sea en Día de Muertos, los festejos de su natalicio o el día de su fallecimiento, acuden sus fanáticos, los de avanzada edad y los jóvenes que lo recuerdan por su gran legado musical.
La pieza original de la última morada de Pedro Infante Cruz, se encuentra en el Museo Ídolos del Esto, mientras que en el lugar donde cayó la aeronave se encuentra una placa que recalca:
“En este sitio perdió la vida, trágicamente, el 15 de abril de 1957, el ídolo de México Pedro Infante Cruz, y el Capitán Víctor M. Vidal, Marciano Bautista, Ruth Rosell Chan y el niño Baltazar Martín Cruz. Se coloca esta placa en su memoria”.
En Mérida también se construyó el parque en memoria de Pedro Infante, un sitio en el que se encuentra una figura en tamaño real del ídolo de México, además de los detalles más importantes de su carrera y dos frases en su honor.
“Perdimos a un ser que tanto amamos acá en la tierra…”, se puede leer en la lápida colocada de lado izquierdo en la tumba de Pedro Infante, toda vez que se deja ver que aquel espacio es un homenaje luctuoso al ídolo de México.
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