Cultura
Realizan homenaje póstumo a Federico Silva en la que sería inauguración
Esta noche sería la apertura de su exposición con la presencia del maestro
Ciudad de México.- En lo que la secretaria de Cultura Alejandra Frausto llamara la “enorme dualidad que es la vida y la muerte”, el escultor Federico Silva, fallecido este miércoles, recibió un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes, a la misma hora en que sería la inauguración de su exposición.
Estaba planeado que el artista asistiera a la apertura de la muestra “Lucha y Fraternidad, el triunfo de la Rebeldía”, a las 19 horas de esta noche en el palacio de mármol, pero esa misma rebeldía quiso que llegara a la cita en otra forma. Así, el féretro con los restos mortales del maestro arribó al vestíbulo esta noche.
“Estamos en esta enorme dualidad, que es la vida y muerte, y hoy con esta rebeldía nos deja más preguntas… Pensábamos entrar por esta puerta para inaugurar esta exposición. Pero este acto es de rebeldía de Federico… la vida y la muerte nunca se separan y quizás nos quiso dejar esa lección”.
Y agregó Alejandra Frausto:
“Veníamos a celebrar la creación inmensa y legado. Vamos a ver obra nueva. Hasta el último de sus días estuvo participando en su muestra”.
El artista Federico Silva fue homenajeado de cuerpo presente esta noche con el acuerdo de la familia, cobijado por las 151 obras que él mismo seleccionó para la muestra, que permanecerá hasta marzo del 2023 como estaba previsto.
¿Quién fue Federico Silva?
El escultor mexicano falleció la madrugada de este 30 de noviembre, a los 99 años de edad, justo el mismo día que inauguraría su exposición en el máximo recinto cultural del país.
Artista originario de la Ciudad de México, realizó estudios en medicina, veterinaria, derecho y antropología; aprendió las técnicas de encáustica, frescos y temple; su obra está trabajada en madera, aluminio, acero, cemento, fierro y piedra. Colaboró con Siqueiros y construyó su propia trayectoria en una búsqueda constante de nuevos materiales, técnicas y propuestas estéticas.
Reconocido por su obra en Europa y Oriente, realizó esculturas en España, Estados Unidos, Francia, Suecia, Jamaica y Japón; además de recibir varios reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1995 y la Medalla Bellas Artes en 2016, fue nombrado Creador Emérito del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en 1993.
Desde 1945 realizó gran número de exposiciones, tanto individuales como colectivas en México y el extranjero. Entre sus obras más reconocidas se encuentran Aluxe de la muerte, en la Plaza de las Tres Culturas; Canto a un dios mineral, en el Palacio de Minería; el mural Principio, en la cueva de Huites, en Sinaloa, y diversos monumentos en Aguascalientes, Puebla y Tlaxcala, principalmente.
A partir de 1985 estableció su taller en Amaxac de Guerrero, Tlaxcala, donde transformó la ex fábrica de hilo La Estrella en una factoría de obras de arte, utilizando los más variados materiales de la región proporcionando una renovada presencia de la escultura en el arte mexicano.
Como investigador, formó parte de la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y como autor tiene entre otros libros: Federico Silva (1997), La escultura y otros menesteres (1985), El viaje del nahual de Tonacacíhuatl (1989), México por Tacuba, Relatos autobiográficos (2000), Cuadernos de Amaxac (2006), Papel, tijeras y escultura (2009) y Dos x Tres: Crónica (2010).
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