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Llega al Templo Mayor ajuar funerario de la Reina Roja

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México.— El ajuar funerario de la Reina Roja o Tz’ak-b’u Ahaw, una importante aristócrata maya hace más de mil 300 años, llegó al Museo del Templo Mayor de la Ciudad de México, que exhibirá este tesoro casi al completo.

“Por primera vez en México, el Museo del Templo Mayor presenta el ajuar funerario casi completo de la Reina Roja, la señora, en la exposición ‘La Reina Roja. El viaje al Xibalbá’“, indicó la Secretaría de Cultura.

Hasta el 9 de septiembre, la muestra presenta la máscara de la Reina Roja, hecha de malaquita, obsidiana, jadeíta y concha, además de la diadema, el collar, el pectoral y el tocado de este emblemático personaje.

La directora del Museo del Templo Mayor, Patricia Ledesma Bouchan, aseguró que es “un gusto para ese recinto, recibir estas piezas procedentes de un museo hermano, el Museo Arqueológico de Palenque”, en el sureste del país.

Dichas piezas fueron encontradas en 1994 por el arqueólogo Arnoldo González y su equipo, y el hallazgo supuso un “hito en la historia de la arqueología mexicana”.

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Tras un largo periodo de restauración y posterior exhibición, será la primera vez que se presenta el ajuar casi completo.

Además, se le agrega una nueva interpretación que hacen los arqueólogos y restauradores de cómo debió ser este ajuar funerario que llevaba una de las mujeres más importantes en la historia de Palenque, en el suroriental estado de Chiapas, indicó Ledesma.

El sarcófago de la Reina Roja fue descubierto en el Edificio XIII, a un lado del Templo de las Inscripciones que resguarda la tumba de Pakal, uno de los gobernantes más importantes de Palenque.

“Diversos estudios permitieron determinar que el cuerpo era de la famosa Tz’ak-b’u Ahaw, consorte de Pakal y madre de dos gobernantes de Palenque, quien falleció el 13 de noviembre de 672, cuando tenía entre 60 y 70 años”, indicó el boletín.

Aunque las piezas estaban deshechas, los arqueólogos y restauradores las han podido reconstruir para presentarlas al público, en esta ocasión a través de un maniquí con las medidas exactas de Tz’ak-b’u Ahaw.

emc

 

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