Cultura
Realizan homenaje a Rosario Castellanos por 50 aniversario luctuoso
En la UNAM
Ciudad de México.- Rosario Castellanos (1925 – 1974) fue una escritora que hoy es vigente, tanto por su obra como por su forma de enfrentar la época en que le tocó vivir, un mundo marcado por el rechazo a la presencia de las mujeres en la literatura; una forma contemporánea de entender su producción e historia personal, es considerar que tuvo varios rostros: autora, activista, diplomática y académica.
La Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM organizó la Jornada académica y cultural por el 50 aniversario luctuoso de al autora, titulado “Rosario Castellanos, un resplandor único”, que incluyó la presentación del libro “Cartas a Ricardo”, una reedición enriquecida con nuevos ensayos que abordan la relevancia de estos textos presentados de manera epistolar.
Participaron en la presentación, realizada en el Aula Magna de la Facultad, Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, la escritora especialista en Rosario Castellanos, Sara Uribe, y Socorro Venegas, moderadora y titular de Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura.
“Cartas a Ricardo” es una serie de textos dedicados a su esposo, Ricardo Guerra, durante un viaje en barco a Europa, donde vivió entre 1950 y 1958, los cuales ofrecen una visión íntima y personal de la autora, revelando sus pensamientos, emociones y reflexiones sobre su vida, su relación y su entorno.
Rosa Beltrán comentó:
“Estoy muy impresionada por el momento de su vida en el que escribió estas cartas, pues estamos hablando de los años 50, cuya postura y forma de vida fueron muy criticacadas, como pasó con muchas otras mujeres. Aunque ella tenía don de gente, con muchas ganas de conocer el mundo de su época, desde una visión muy particular. Un aspecto impresionante en estas cartas es que la muestran como alguien que en ese momento se sentía insegura”.
“La lectura del libro, sumada a mis encuentros previos con la obra de Rosario Castellanos, que es muy amplia, e incluso la he usado para dar clases, me llevó a encontrar que es una mujer con varios rostros. Esta es una obra de crecimiento, aunque no pensó las cartas para ser publicadas, podemos encontrar al menos tres Rosarios, una de ellas inédito hasta ahora, que es su lado íntimo y emotivo”.
“Cartas a Ricardo” se publicó a mediados de los años 90 por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pero se perdió en el tiempo, sin posibilidad de encontrar algún ejemplar. Por ello, la labor de reedición incluyó la búsqueda de una versión de las mismas, lo cual fue resuelto por Sara Uribe, quien durante el encierro provocado por la pandemia de 2020 logró conseguir una versión en PDF.
A partir de ese hallazgo, el siguiente paso correspondió a la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura, cuya propuesta fue respetar la versión original, que contiene un ensayo introductorio de Elena Poniatowska, para enriquecerlo con nuevos comentarios, a cargo de Rosa Beltrán y de Sara Uribe.
En la presentación, Sara Uribe, especialista en la autora recordada, detalló que las cartas fueron escritas durante el viaje en barco de la autora, de México a España, ocurrió cuando ella tenía 25 años. “Al leer los textos se descubren síntomas de algo que hoy conocemos como ataques de ansiedad. Algo que en nada disminuyó sus capacidades literarias, y que otorgan mayor significado a su trabajo”.
“El ensayo para este libro es un intento por transmitir a los lectores una experiencia particular: la de haber descubierto ese otro rostro de la autora, lo cual ayuda a dejar de idelizarla, algo que en nuestra sociedad patriarcal ocurre con los artistas, es decir, lo colocamos en un pedestal. Ella no quería eso. La invitación a leer este libro es porque si bien su obra nos da un panorama de todo su pensamiento, ahora es posible conocer su lado más íntimo”.
Las participantes agradecieron la generosidad de Ricardo Guerra, a quien están dedicadas las cartas, pues permitió compartir todo el contenido que hay en ellas, pues su figura fue tratada como un personaje descrito por una voz tan poderosa como las de Rosario Castellanos. Rosa Beltrán concluyó: “Pudo haber quitado cosas, La fortuna es que no lo hizo y con ello, creó una mayor comprensión de la vida de esta escritora, cuya obra sólo es equiparable a la de Sor Juana Inés de la Cruz”.
Con información de Difusión Cultural UNAM
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