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Alternativas al cigarro, un paso importante para la salud pública

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México.- Actualmente hay mil millones de fumadores en todo el mundo y México, igual que otros países, mantiene una férrea lucha en contra del cigarro, un producto que gobiernos, organizaciones civiles, sociedad y el sector empresarial quieren dejar en el pasado con nuevas alternativas de consumo que representen menor riesgo para los consumidores y menos impacto para la salud mundial.

Aunque desde hace algunas décadas el objetivo de varios gobiernos ha sido lograr una reducción sistemática, sostenida y significativa del consumo de cigarro, las estrategias como campañas prohibicionistas, gravámenes o restricciones, no han dado los resultados esperados para mitigar las enfermedades y la mortalidad relacionadas con el tabaquismo.

“Las reducciones del consumo mundial de tabaco demuestran que los gobiernos, cuando introducen y refuerzan sus acciones integrales basadas en la evidencia, pueden preservar el bienestar de sus ciudadanos y comunidades”, dijo el Dr. Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud de la Organización de la Salud.

Para este año, la OMS prevé que habrá 10 millones menos de consumidores de tabaco -tanto hombres como mujeres- en comparación con 2018, y otros 27 millones menos para 2025, lo que equivale a 1,299,000 millones. Alrededor del 60% de los países han experimentado una disminución del consumo de tabaco desde 2010.

Recientemente, espacios como el Global Tobacco & Nicotine Forum (GTNF) 2020, han servido para que la comunidad científica, organismos de salud pública y representantes de la industria tabacalera discutan las acciones conjuntas que se requieren para conseguir un mundo libre de humo.

La ciencia logró un avance significativo al comprobar que, además de la nicotina (sustancia que es adictiva, pero no la principal causa de enfermedades relacionadas con el tabaquismo), el humo de cigarrillo administra también muchos oxidantes, protrombóticos y otros productos químicos tóxicos; es decir, el humo de cigarro es el causante de las enfermedades.

Actualmente, Estados Unidos es uno de los países con mayor apertura y con una regulación para las alternativas que reducen la exposición a los tóxicos del cigarro tradicional y, por lo tanto, son una mejor opción para los fumadores actuales; aunque no son productos libres de riesgo, puesto que tienen nicotina, su riesgo es significativamente menor que consumir tabaco de la forma convencional.

Asimismo, un ejemplo de esto es IQOS, un producto de tabaco calentado de la compañía Philip Morris Internacional (PMI) que ha logrado disminuir el riesgo y exposición a agentes tóxicos y dañinos en millones de fumadores. Desde su lanzamiento en 2015, este dispositivo electrónico -que no quema el tabaco y, por ende, es libre de humo y cenizas-, ha llegado a 15 millones de fumadores en el mundo, de los cuales, 10 millones han dejado los cigarrillos comunes.

En abril, la Food and Drugs Administration (FDA) de EU autorizó la comercialización del sistema IQOS como “producto de tabaco de riesgo modificado (MRTP, por sus siglas en inglés), el primer producto de tabaco es recibir tal calificación por su aporte a la salud de la población; este aparato, que significó más de 4 mil 500 millones de dólares invertidos en investigación y desarrollo, hoy está disponible en más de 50 países.

“Como ustedes, nosotros queremos que la industria tabacalera se apegue a
principios éticos y por eso más que hablar, actuamos. Si juntos tuviéramos un diálogo inteligente, respetuoso y constructivo, enteramente basado en la ciencia, estamos seguros de que podrían surgir nuevas ideas y estrategias complementarias a los esfuerzos de prevención y cesación para lograr una reducción sistemática en el consumo de cigarros de manera mucho más eficaz”, señaló Andrzej Dabrowski, CEO de Philip Morris México, en una carta dirigida a las voces que están en contra del cigarro.

“La compañía está y estará siempre en la mejor disposición de sostener ese diálogo, porque estamos comprometidos a construir un futuro libre de humo. Hoy los invitamos a dialogar y a construir juntos”, agregó.

Otro producto que obtuvo una orden de modificación de riesgo por parte de las autoridades estadounidenses fue Snus, de la empresa Swedish Match, tabaco que se mete a la boca y se absorbe; su uso general, en sustitución del cigarro, pone al consumidor en menor riesgo de cáncer de boca, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón, accidente cerebrovascular, enfisema y bronquitis crónica.

La orden MRTP también influyó en la decisión de la Corte Suprema de Suiza de no prohibir el Snus, un claro precedente de que la regulación basada en el riesgo es algo que puede funcionar en otras naciones.

Sin embargo, este tipos de productos, además de los vapeadores y los cigarros electrónicos han sido desestimados por las autoridades sanitarias de varios países, como México, pese a la evidencia científica y los resultados que muestran que estos nuevos productos necesitan apertura al diálogo, acceso a la información y regulación que beneficie a la salud pública y al consumidor, sin dejar de lado que cualquier producto de tabaco o nicotina debe ser exclusivo para mayores de edad, y que lo mejor para cualquier persona es no fumar.

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emc

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