Por qué deberías cambiar la contraseña del router una vez que ha sido instalado

Cuando se instala un router, se le otorga una contraseña por defecto que no suele ser lo suficientemente segura. Conservar la contraseña del router durante demasiado tiempo puede traernos muchos problemas que será preferible evitar. 

Hoy en día convivimos con un gran número de dispositivos en casa. Uno de ellos, y probablemente uno de los más relevantes, es el router. Éste es el encargado de interconectar distintos dispositivos en la misma red y, claro, brindarnos el acceso a dicha conexión. Por eso, es tan importante modificar la contraseña una vez que haya sido instalado. 

Cambiar la contraseña del router

Cuando se instala un router por primera vez, normalmente el operador asigna una contraseña por defecto. Muy a menudo, dejamos esta contraseña sin hacer ningún tipo de modificación, lo cual puede traernos graves consecuencias, de las que es importante tomar conciencia.

Los delincuentes informáticos tienen grandes herramientas para sortear los obstáculos que puedan presentarse a la hora de hackear un dispositivo o router; por eso una contraseña débil representa (para nosotros) una vulnerabilidad y nos expone al peligro de un ataque informático.

Para evitarlo recomendamos cambiar la contraseña de Telmex o de la empresa encargada de brindarte tu conexión a internet, y ahora es posible hacerlo en unos simples pasos.

La configuración de los routers puede llegar a variar según cada modelo, por lo que es importante conocer cuál es el modelo con el que contamos para poder llevar a cabo los pasos sin ningún inconveniente.

Además, es fundamental colocar una contraseña que no sea difícil de recordar, pero que al mismo tiempo; sea lo suficientemente segura como para dificultar la tarea a los posibles atacantes. Si un atacante informático encuentra demasiado difícil el acceso, eventualmente elegirá un destino con menos obstáculos. 

Si necesitas más información sobre cómo cambiar tu contraseña o qué tener en cuenta a la hora de hacerlo, ahora puedes encontrarla en cambiarcontrasena.info.

Te recomendamos que no utilices fechas de nacimiento, dirección de tu domicilio ni ningún otro tipo de dato al que se pueda acceder fácilmente, ya que éstos suelen ser los números más utilizados por el usuario común. 

Evitar un riesgo

Que nuestra conexión a internet sea segura también se traducirá como seguridad para los distintos dispositivos que podamos utilizar en el hogar, ya sean tablets, ordenadores o teléfonos móviles.

En el más leve de los casos, tendremos vecinos que puedan tomar nuestra conexión a internet, volviéndola más lenta e insegura; sin embargo, en otros casos, el riesgo podría ser bastante mayor.

Si para un atacante informático es fácil tener acceso a nuestra red, también le será sencillo acceder a ciertos archivos que podamos compartir dentro de esa misma red, por lo que nos encontraríamos ante un verdadero riesgo de perder documentación o incluso podría poner en peligro nuestra integridad. 

Lamentablemente, esto es algo que sucede con mucha frecuencia, ya que normalmente las personas no prestan demasiada atención a la contraseña de su router porque no consideran que esto sea algo de gran relevancia, subestimando las consecuencias que podría llegar a tener.

Si un atacante tiene acceso a la red, puede alterar los datos, archivos e información que tenga acceso dentro de la misma.

Hasta los sitios webs que visitamos, las contraseñas que utilizamos en distintas plataformas o las comunicaciones que establecemos con otros usuarios podrían ser vistas por el o los atacantes.

Por lo que podríamos estar perdiendo completamente todo tipo de seguridad o protección que en algún momento nuestro router podría habernos otorgado. 

Además, si alguien lleva a cabo un acto inadecuado con la utilización de nuestra conexión a internet (y por consiguiente, nuestra IP). Esto también podría convertirse en un grave problema, ya que como “propietarios” de la misma, nos hacemos responsables de todo aquel que haga uso.

Ante un delito de estas características, tendríamos que responder nosotros por ser los dueños legales de la conexión a internet y de nuestra IP, y el atacante pasaría desapercibido porque, al fin y al cabo, el delito se cometió en nuestro nombre. Casos como éstos han tenido lugar en numerosas oportunidades, debido a una contraseña débil o no contar con ninguna contraseña en absoluto.

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