CDMX
A un año del 19S, olvido y desamparo
Ciudad de México.- A un año del sismo del 19 de septiembre de 2017, cientos de familias que resultaron damnificadas y perdieron sus hogares, siguen entrampadas en interminables trámites burocráticos que rayan en lo “absurdo” y que se han visto frenados por la falta de voluntad política de autoridades y de los propios legisladores capitalinos. Sí, la burocracia provoca una doble victimización a quienes perdieron su patrimonio e incluso a algún ser querido.
En Siete24Mx nos dimos a la tarea de contactar a algunos de ellos para recabar sus testimonios en el largo viacrucis de reconstrucción de sus propiedades. La mayoría de los damnificados de la Ciudad de México han tenido que padecer la inacción de las autoridades – y la falta de coordinación para brindar el apoyo, urgente y necesario.
Es el caso de Hugo X, quien pertenece al colectivo ‘Damnificados Unidos de Benito Juárez, Coyoacán y Cuauhtémoc’. Este colectivo, aunque inició agrupando a damnificados de estas tres circunscripciones, ya han integrado a personas que perdieron sus inmuebles en al menos siete alcaldías de la Ciudad de México.
A este colectivo pertenecen unos los dueños y habitantes de 60 inmuebles. En todo un año sólo tres recibieron -apenas la semana pasada- el visto bueno de la Comisión para la Reconstrucción de la CDMX, para el proceso de su rehabilitación. En el caso del edificio de Hugo, la esperada resolución dictaminó la demolición. Un año de numerosos trámites que ha tenido que hacer, y por los que ha tenido que pasar con toda la gama posible de estados de ánimo imaginable.
El dilema: ¿rehabilitación o reconstrucción?
En el tema de la rehabilitación o reconstrucción de inmuebles afectados por el sismo, hablamos de dos rubros principales: uno es propiamente la rehabilitación de edificios que estructuralmente quedaron dañados, pero no tienen que ser demolidos. En éstos se tienen que reforzar sus estructuras y recuperar la verticalidad. El segundo rubro corresponde a los edificios que sí se tienen que reconstruir.
“En mi caso, que está dañado el edificio, tuve que esperar todo este tiempo porque resulta que estamos en un área de conservación patrimonial. Entonces, en lo que entrábamos a hacer todos los trámites, seguir todas las indicaciones del gobierno, todo lo que se tenía que hacer, hasta el martes pasado, por fin del Comité de Reconstrucción de la Ciudad de México, dictaminó que sí procede la demolición. Es una exageración el tiempo que han tardado”.
Hugo era propietario de un departamento de 130 metros cuadrados en la colonia Roma. Vivía con su esposa, tres hijos y un nieto. Relata lo que tuvo que padecer luego del 19 de septiembre de 2017: “Mi familia está ahora fragmentada. Tuvimos que rentar en la colonia Portales, es un departamento chico donde sólo cabemos mi hija con mi nieto, mi esposa y yo. Mis dos hijos mayores, varones, están rentando en otra colonia porque no cabíamos”.
De 56 años, Hugo vivía con su familia en un departamento propio ubicado en la calle de Sinaloa. Relata que todo lo que ha tenido que vivir luego del sismo, fue un cambio radical para él y su familia: “En el momento del sismo y los días posteriores tuvimos que estar buscando dónde quedarnos, el primer día nos quedamos en una escuela de Karate; mi nieto va a esa escuela y la maestra muy amablemente nos ofreció el espacio para que nos quedáramos”.
“Luego un amigo en la colonia Santa María la Rivera nos ofreció su departamento y estuvimos con él un tiempo Luego nos aventuramos a estar en el edificio en la calle de Sinaloa, estuvimos como dos meses hasta que nos dijeron que el dictamen decía que no era habitable; entonces tuvimos que salirnos y empezar el peregrinar de buscar dónde quedarnos, sacar las cosas, algunas cupieron en la casa, otras las tengo almacenadas en casa de mi mamá. Todo un peregrinar”.
Ya en la colonia Portales, Hugo y su familia se tenían que desplazar diario hacia la Roma, cuando antes del sismo caminaban cinco minutos hasta la escuela de su nieto. “En también mi caso -afirma- yo trabajo en la colonia Cuauhtémoc y llegaba caminando. Todo esto viene a transformar tu vida de una manera drástica, porque tienes que pagar renta, pasajes, las comidas que ya no las puedes hacer en tu casa, ahora tienes que buscar dónde, todo eso viene a dar al traste y aparte la fragmentación de la familia. Nosotros, de alguna manera, podemos pagar una renta que no teníamos contemplada pero nos está afectando el bolsillo. Llega el momento en el que dices, híjole, ahora cómo le hago para pagar; pero hay gente que está peor”.
Al preguntarle a Hugo sobre el trato de las autoridades hacia los damnificados, señala riéndose: “Podemos decir que son amables, no me puedo quejar por la amabilidad, lo tortuoso es tener que enfrentarte con la burocracia. Te dicen que ahora hay que ir a otro lado, luego a Seduvi y, dentro del mismo Seduvi, tienen unas divisiones internas que no pueden ser: el área que te da los lineamientos para la documentación que se tiene que integrar es una; la que te va a recibir las documentaciones, otra; la que te revisa que la documentación haya sido integrada conforme a los lineamientos, es otra”.
Hugo relata que el Comité para la Reconstrucción ya les había dicho que procedía la demolición: “Cuando de repente nos encontramos con que nos teníamos que esperar pues no lo podíamos hacer porque estábamos en un área de conservación patrimonial. ¿Y eso qué es? Resulta que dentro del mismo Seduvi hay un área que se dedica a revisar las zonas catalogadas por el INBA o el INAH, para que se proceda de la manera más correcta y no se afecten las construcciones”.
Un año y múltiples estados de ánimo
Hugo estuvo tranquilo y de muy buen ánimo durante toda la entrevista no obstante la tragedia que para cualquiera significaría perder de un día para otro el patrimonio.
“Primero empiezas con el terror de que estuviste a punto de haber padecido algo peor. A mí me agarró el temblor ahí en el edificio y se sintió del cocol. Pero deja tú del movimiento, sino el riesgo que corrimos, porque del edificio de a lado, el 93, se cayó un tanque de agua. Ese tanque le pegó a un tanque de gas y el tanque de gas cayó en una camioneta. Afortunadamente no fue el golpe seco en el piso, si hubiera caído seco en el piso quizá no estaríamos hablando ahorita. Como pudimos salimos y encontramos todo el caos que había en la Ciudad, en la colonia Roma. Primero el terror y la impresión de ver los edificios incendiándose, los colapsados como el de Álvaro Obregón 286, la desesperación de encontrar a tu familia, y una vez que la encontraste ver a dónde nos vamos y pasar la noche. Ya después, en mi caso te confieso, sí hubo noches de dormir vestido esperando cualquier movimiento, con los nervios quebrados. Apenas sonaba cualquier alarma, aunque fuera de carro y sientes el pánico, tuve que salir corriendo. Y ese estado de tensión hasta el momento no lo he superado, todavía suena la alarma y se altera uno”.
Y del terror a la molestia. Hugo se confesó también enojado por tantos trámites. “Definitivamente sí, por toda esta última parte, pero también desde el principio, si recordamos que la primera Comisión de Reconstrucción falló a los tres meses y medio de haberse constituido. Precisamente yo estaba siguiendo los lineamientos que ellos nos estaban marcando, y resultó que una vez que desapareció esa comisión te quedas en el desamparo”.
A los tres meses de creada la primera Comisión para la Reconstrucción, desapareció y tardaron dos semanas más en volver a nombrar a un nuevo comisionado. Entre los motivos que se señalaron en su momento, por los que se desapareció esta Comisión, fue la falta de transparencia por parte de los diputados locales Luna, Toledo y Romero, al no informar en qué se gastaba cada uno de los 7 mil millones de pesos destinados a la reconstrucción. Lo que hizo la Comisión anterior no fue reconocido por los nuevos y los trámites que ya se habían iniciado hubo que volverlos empezar.
“La última que te puedo comentar es la farsa que sufrimos con los asambleístas, porque incluso el martes estuvimos ahí en la Asamblea Legislativa esperando que se incluyera en el orden del día nuestra propuesta, la iniciativa que mandó el jefe de Gobierno al diputado Leonel Luna para reasignar recursos hacia el INVI, para que este fuera el canal de reconstrucción, y después de tres meses de estar calentando esa iniciativa, resulta que a final de cuentas no había las condiciones para llevarlo a cabo”.
“Los diputados-comentó Hugo- nos dijeron que como ya estaban por cerrar las actividades de la Legislatura, ya no había las condiciones, ni el quórum, pues las comisiones ya estaban cerradas. Yo digo, qué necesidad de llegar a todo esto si veníamos de estar negociando esa iniciativa desde hace tres meses. Es una burla definitivamente”.
Damnificados Unidos de la CDMX
Colectivos de damnificados por los sismos del 19 de septiembre de 2017, marcharon este jueves 13 de septiembre, en la ‘marcha del silencio’ que protagonizaron los universitarios, del museo de antropología al Zócalo capitalino. .
En entrevista, Iván N. -damnificado y representante del Multifamiliar de Tlalpan- dijo que no hay una cifra exacta de damnificados: “Si bien en Damnificados Unidos de la Ciudad de México hemos decidido organizarnos, hay muchas otras personas que todavía no reciben ni siquiera la más mínima atención del gobierno, en consecuencia, no hay una cifra exacta de cuántas personas sean, pero tan sólo en el Multifamiliar de Tlalpan hay cientos de damnificados. En el Multifamiliar de Tlalpan somos 500 departamentos, 500 familias, lo que significa que son muchas más personas”.
Iván relató que en este colectivo llevan a cabo encuentros cada mes para coordinar y definir qué acciones tomarán. “Hemos trabajado en mesas de negociación con las autoridades desde hace varios meses, realizamos también movilizaciones de manera constante y la próxima movilización importante será el próximo 19 de septiembre”.
Comentó que en el caso del Multifamiliar de Tlalpan hay un fideicomiso que está entrampado por cuestiones administrativas. Iván asegura que existe, pero no han recibido recursos aún.
“A un año del sismo de 2017 estamos prácticamente en las mismas, hay un gran avance que se logró gracias a la lucha de la movilización, el tener un fideicomiso que se va a ejercer con fondos públicos para reconstruir el multifamiliar y 19 predios más, pero al día de hoy no hay iniciado la obra”.
A pregunta expresa sobre una fecha aproximada sobre la aplicación de los recursos para la reconstrucción, Iván manifestó su esperanza de que esto sea muy pronto, en cuanto los recursos puedan ser transferidos a las cuentas de los vecinos.
“Evidentemente ha habido muchas dificultades de todo tipo para poderlos obtener, el gobierno decidió delegar esta responsabilidad de que los vecinos tuvieran en cuentas mancomunadas los fondos, entonces cuando pase ese trámite iniciarán las obras más fuertes, digámoslo así”.
Aseveró que, mientras eso sucede, seguirán en la lucha para que cada una de las personas damnificadas vuelva a su hogar: “Además del Multifamiliar, que esperemos empiece pronto la reconstrucción, hay muchas personas en muchos predios de la Ciudad, que no tienen ni siquiera un dictamen post sísmico y que no han recibido ningún tipo de atención, entonces lo que exigimos es atención para cada una de estas personas”.