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Ayuda ciudadana se desborda, miles de voluntarios acuden a la emergencia

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Ciudad de México.- Más de 26 horas han pasado desde que ocurrió el sismo que ha golpeado nuevamente a México. En Viaducto y Tanana, en la colonia Roma Sur, donde se desplomó un edificio, las labores de rescate no han parado, incluso se intensificó la llegada de voluntarios, cientos, tal vez miles a lo largo de las horas.

El edificio de más de seis pisos era habitacional pero combinaba las viviendas con oficinas, consultorios y una estética en la planta baja, de lo cual ya no queda nada, ni el espectacular que todavía ayer se veía sobre los escombros.

Nadie supo informar con certeza cuántas personas se encontraban dentro al momento del temblor, no hay tampoco un registro de las personas rescatadas, vivas o fallecidas.

“Hasta el momento se han rescatado seis personas vivas que salieron por su propio pie el mismo martes”, informó un elemento del ejército mexicano que prefirió omitir su nombre, “hoy se han sacado cuatro cuerpos”.

Miguel y Rodolfo son dos jovencitos de no más de 24 años, que descansan sobre la banqueta de Obrero Mundial, lucen derrotados, por teléfono les avisan de un conocido que ha fallecido.

“Estamos aquí desde anoche, trabajamos en las labores de rescate, mis tíos están adentro, no los hemos encontrado”, acepta comentar de manera escueta uno de ellos, su estado de ánimo está muy decaído.

Mientras que “en el edificio que se cayó estaba trabajando mi hermano y yo estoy esperando a ver si lo rescatan o encuentran algo, mi hermano se llama Anuar Yabra, tengo 24 horas aquí y no nos han informado nada, entre ayer y hoy se han rescatado a seis personas”.

A las dos de la tarde los cientos de voluntarios reunidos en Obrero Mundial y Gabriel Mancera se replegaron, corrieron alejándose de la esquina, debido a que el edificio de Obrero Mundial y Tanana se cimbró, los pocos habitantes que aún quedaban dentro salieron a toda prisa y elementos del ejército los ayudaron a desalojar.

El pánico se apoderó enseguida de la gente que no entendía que pasaba y se pidió que se abandonara el lugar, pues ya eran muchos los voluntarios y en realidad poco podían hacer.

Poco antes se pidió guardar silencio, un silencio que se coronó con aplausos y una ovación, la felicidad llenaba nuestros corazones con la esperanza de un posible rescate, sobre todo cuando enseguida en la cadena humana se solicitó a un médico.

La ayuda ciudadana se desborda

Al sitio del derrumbe, ubicado en la frontera de las colonias Del Valle y Roma, seguían llegando víveres, agua, medicinas, tortas y refrescos, pero sobre todo grupos de personas, jóvenes, con casco, palas y picos nuevos, dispuestos a ayudar a retirar escombros, que se formaban en una interminable fila con la esperanza de ser llamados a actuar.

Pero sobre todo se requiere personas especializadas: arquitectos, ingenieros civiles, trabajadores de la construcción, se escuchaba por el magafono, “necesitamos arquitectos”.

Esmeriles, polines, material para retirar escombro como cubetas, tinas, guantes y recojedores, es lo que se necesita, agua no, hay suficiente.

A ese puesto de socorro llegaron tres camiones torton con voluntarios, iban por ciudadanos que quisieran ir a apoyar en Xochimilco, venían de La Condesa y La Roma, varios se subieron.

También ciudadanos a bordo de motocicletas transportaban a paramédicos a donde les indicaran.

Los trabajos de rescate continúan y los familiares no pierden la esperanza.

 

apc

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