CDMX
Maestros y padres de familia, principales responsables de transmitir los valores: Arquidiócesis de México
Ciudad de México.— En el marco del Día del Maestro, La Arquidiócesis Primada de México reconoció, agradeció y celebró a todos los profesionales que trabajan en la enseñanza forjando sueños de futuro en sus alumnos; a aquellos profesionales que se implican integralmente en el crecimiento de los alumnos, que los escuchan con misericordia y compasión.
A través de la editorial de Desde la Fe, la Arquidiócesis de México recordó que el Pacto Educativo Global señala que “la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite en el tiempo de generación en generación”.
Como cada año, desde 1918, el 15 de mayo en México se celebra el Día del Maestro, como un reconocimiento a la labor fundamental de los docentes para el sano desarrollo de los estudiantes y el óptimo crecimiento de nuestra sociedad.
“Educar es una misión importante, pues acerca a los jóvenes al bien, a la belleza y a la verdad. En palabras del Papa Francisco: solo cambiando la educación se puede cambiar al mundo. Y los maestros son, junto con los padres de familia, los principales responsables de transmitir los valores e ideas que construyen un futuro en el que la dignidad de la persona y la fraternidad universal son lo más importante”, indicó.
Sin embargo, explicó la Arquidiócesis, una labor tan valiosa como la formación de los futuros líderes, es también una de las más subestimadas. Los maestros destinan no sólo las horas frente al pizarrón: destinan tiempo a prepararse, a pensar en cada uno de los alumnos y adaptarse a los nuevos métodos de enseñanza en beneficio de las nuevas generaciones.
Por ello es responsabilidad de toda la comunidad escolar, padres de familia, maestros y alumnos, propiciar las mejores relaciones en favor de una buena educación, como pidió el Papa Francisco en el lanzamiento del Pacto Educativo Global.
“Es tiempo de que la comunidad escolar genere diálogo y no confrontación. Tiempo de abrir la escucha a especialistas, a padres y madres de familia, a maestros y directivos. Es tiempo de asumir una corresponsabilidad generosa para sanear las relaciones en el ámbito educativo. Pero, sobre todo, es tiempo de agradecer la labor de los docentes, quienes entregan mucho de sí mismos en el aula en pro del necesario desarrollo de los alumnos”, finalizó.
ebv