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Dan último adiós a madre de uno de los 43
Tixtla, Gro.— Al menos la mitad de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde septiembre de 2014 tienen complicaciones en su salud, a raíz de la ausencia de sus hijos y las jornadas de lucha que han llevado a cabo para saber de su paradero; este lunes murió Minerva Bello Guerrero, víctima de cáncer que desatendió por buscar a su hijo Everardo Rodríguez Bello.
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Por la tarde integrantes del Comité de Padres y Madres de los 43, organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos dieron el último adiós a Minerva Bello Guerrero de 52 años en la comunidad indígena de Omeapa, perteneciente a Tixtla, municipio en donde también está la normal rural Raúl Isidro Burgos.
Entrevistado en el lugar, el vocero Felipe de la Cruz dijo que al menos 50 por ciento de los madres y padres de los normalistas han visto minada su salud a raíz de su lucha; detalló que la mayoría sufren de diabetes y otras complicaciones debido a que las constantes alteraciones en sus emociones.
Afirmó que hace un mes a Bernardo Campos Santos, padre de José Ángel Campos Cantor, le cortaron el dedo de un pie porque se le complicó la diabetes.
Nicanora García, madre de Saúl Bruno García también ha tenido complicaciones al igual que Margarito Guerrero, padre de Jhosivani Guerrero de la Cruz, quien sufre de un cuadro alérgico que le impide estar bajo el sol, por lo que se tiene que turnar las actividades.
En el caso de Minerva Bello, pasó sus últimos días sin poder continuar la lucha que comenzó en septiembre de 2014 para dar con el paradero de su hijo por lo que al despedirla, junto a su tumba, integrantes del Comité de Padres y Madres refrendaron el compromiso de continuar con la búsqueda de respuestas.
Ella fue conocida en la normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa como la Tía Minerva fue de las principales activistas en la búsqueda de los normalistas, sin embargo abandonó la lucha más de un año después por los dolores que le provocó el cáncer de estómago que se le complicó por dejar a un lado su tratamiento por buscar a su hijo.
El ataúd salió de su vivienda hacia la capilla del pueblo en donde se ofició una misa de cuerpo presente; posteriormente trasladaron sus restos hacia el panteón en una caminata por las calles de terracería de Omeapa.
En su tumba, el vocero del Comité de Padres y Madres Melitón Ortega expresó que con su apoyo continuarán para encontrar a Everardo y a los demás jóvenes, y no renunciarán a su búsqueda.
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“Lo que quiere el gobierno es que así acabemos todos los que estamos en la lucha”, señaló.
El representante de la Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos (Redgroac), Manuel Olivares Hernández, expresó que Minerva Bello se fue con el dolor de no saber qué pasa con su hijo, de no saber y de no encontrar una respuesta de parte del gobierno.
“Refrendamos el compromiso ante esta tumba de seguir adelante luchando por la presentación con vida de todos los compañeros estudiantes desparecidos; no solo es la pérdida de una persona sino de una luchadora, de una forjadora de caminos”, expresó.
agch