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En Chiapas, familias desplazadas piden paz y un alto al crimen organizado

Han sido particularmente afectadas por los enfrentamientos entre grupos criminales que disputan el control de Pantelhó y Chenalhó.

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Nuevo Yibeljoj, Chiapas – En una manifestación por la paz y justicia, familias indígenas tzotziles de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal se reunieron en la comunidad de Nuevo Yibeljoj, en el municipio de Chenalhó.

Esto, para hacer un llamado urgente a las autoridades, pues buscan poner fin a la violencia desatada por el crimen organizado que afecta a las comunidades originarias.

El pronunciamiento se realizó al concluir un ayuno y oración de más de seis horas, durante el cual los participantes instalaron un campamento civil por la paz.

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Este campamento está destinado a apoyar a los pobladores desplazados, quienes han huido de la violencia desmedida.

“Quienes queremos paz, justicia y vivir, caminar libres y sin miedo en nuestras comunidades”, declaró José Alfredo Jiménez, sobreviviente de la masacre de Acteal de 1997.

Durante el acto, los activistas expresaron su creciente preocupación por el aumento de la violencia y el desplazamiento forzado en la región.

Comunidades como La Esperanza, San José del Carmen y San Clemente han visto cómo sus residentes buscan refugio en casas solidarias, en la presidencia municipal y en la Casa de la Cultura de Chenalhó.

Estas áreas han sido particularmente afectadas por los enfrentamientos entre grupos criminales que disputan el control del territorio en Pantelhó y Chenalhó.

Además, la ONG y activistas han reportado que en las últimas semanas, alrededor de 2.000 indígenas tzotziles han sido desplazados debido a los conflictos armados.

El último episodio de desplazamiento ocurrió el 4 de agosto en San José del Carmen, un poblado que alberga a unas 250 personas. Los habitantes se refugiaron en una casa solidaria, sin recibir apoyo del gobierno municipal.

La Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal ha instalado su campamento a 10 kilómetros de su lugar de origen y ha buscado casas solidarias para proteger a sus miembros y esperar que la situación mejore.

La comunidad y los activistas hacen un llamado urgente a las autoridades para que actúen con celeridad y garanticen la seguridad de los habitantes de la región.

ARH

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