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Obispo de Ciudad Juárez emite mensaje sobre los derechos al migrante

Como cristianos, se nos recuerda que Jesús mismo se hizo migrante entre nosotros, huyendo junto a María y José de la persecución de Herodes.

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Chihuahua.- El obispo de Ciudad Juárez, J. Guadalupe Torres Campos; emitió un mensaje con motivo de la 109ª Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, instando a la comunidad a recordar su papel de servicio a los demás, especialmente luchando por los derechos de las personas en movilidad.

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Desde hace 109 años, la Iglesia ha dedicado un día al año para rezar, reflexionar y trabajar por todos los hermanos refugiados.

En su mensaje, el Papa Francisco destaca que entre las causas más visibles de las migraciones forzadas contemporáneas se encuentran las persecuciones, las guerras, los fenómenos atmosféricos y la miseria.

Por lo tanto, se nos invita a cuestionarnos qué podemos y debemos hacer al respecto.

En la Diócesis de Ciudad Juárez, situada en la frontera entre México y Estados Unidos, se ha trabajado incansablemente en el apoyo a la población en movilidad.

La ciudad misma se ha construido gracias a la inmigración de millones de personas, tanto mexicanas como de otras partes del mundo.

El primer Obispo de Ciudad Juárez, monseñor Talamás Camandari, mostró su preocupación al respecto y, en la década de los 80 y principios de los 90, se construyó la Casa del Migrante en Juárez con el apoyo de los Misioneros Scalabrinianos.

Desde entonces, se ha buscado brindar una atención más específica y colaborar como Iglesia diocesana para acoger, proteger, promover e integrar de manera más efectiva a todas las personas migrantes.

Como cristianos, se nos recuerda que Jesús mismo se hizo migrante entre nosotros, huyendo junto a María y José de la persecución de Herodes.

Él eligió quedarse con los hambrientos, sedientos, forasteros, enfermos y encarcelados, y nos enseñó que todo lo que hagamos por uno de estos más pequeños, lo hacemos por él mismo.

Por lo tanto, es nuestra responsabilidad abrir nuestros corazones para recibir a los migrantes y refugiados que pasan por nuestra ciudad, dejando de lado cualquier tipo de discriminación y juicio temerario que conduce al rechazo y a una cultura de descarte.”

ARH

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