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Farmacéutica israelí sobornó a funcionarios mexicanos
México.— La farmacéutica Teva pagó sobornos a médicos del sistema de salud y funcionarios de gobierno en México para prescribir el medicamento Copaxone.
Los actos de corrupción se dieron durante las administraciones panistas en donde Teva hizo pagos ilegales a funcionarios del sector salud desde 2005 (en el gobierno de Vicente Fox) hasta 2012, durante todo el sexenio de Felipe Calderón.
Junto a Rusia y Ucrania, México se convirtió así en plataforma para que la empresa de origen israelí colocara en el mercado –irregularmente– el medicamento Copaxone, diseñado para el tratamiento de la esclerosis múltiple.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que, por los hechos, la empresa deberá pagar una multa que asciende a 520 millones de dólares, lo cual representa la más alta impuesta a una compañía farmacéutica por violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act, FCPA).
La empresa se comprometió a cooperar con la investigación sobre sobornos, mejorar su programa de cumplimiento, implementar rigurosos controles internos y mantener un monitor independiente de cumplimiento corporativo por durante tres años.
“Teva y sus filiales pagaron millones de dólares en sobornos a funcionarios gubernamentales de varios países e intencionalmente fallaron en implementar un sistema de controles internos que evitaría el soborno”, explicó la fiscal general adjunta de la División Criminal del Departamento de Justicia, Leslie Caldwell.
“Las empresas que compiten de manera justa, ética y honesta merecen una igualdad de condiciones, y seguiremos procesando a aquellos que socavan esa meta”, agregó Caldwell.
En México, la compañía farmacéutica admitió no haber implementado un adecuado sistema de controles contables internos y no cumplir con los controles en su filial del país.
Eso permitió el soborno de médicos empleados por el gobierno para que prescribieran Copaxone desde al menos 2005, pese a los avisos de los responsables del desarrollo del programa de cumplimiento de anticorrupción de la compañía en Israel en 2009.
Entre 2010 y hasta por lo menos 2012, conforme a un acuerdo con la compañía de envasado y distribución propiedad del funcionario del gobierno ruso, Teva ganó más de 200 millones de dólares en beneficios de las ventas de Copaxone al gobierno ruso.
Además, el funcionario ruso ganó aproximadamente 65 millones de dólares a través de márgenes de beneficio inflados concedidos a su empresa.
Teva también admitió haber pagado sobornos a un alto funcionario del Ministerio de Salud de Ucrania para influir en la aprobación, necesaria para comercializar y vender sus productos en el país, de sus productos, entre los que destacan el Copaxone y las insulinas.
Con los sobornos, Teva logró –en los tres países– la aprobación de regulaciones, decisiones de compra de medicamentos por parte de hospitales públicos y su inclusión en recetas, con lo que incrementó su cuota de mercado con ventajas sobre sus competidores.
La farmacéutica israelí también corrompió a través de una empresa con la que distribuyó la inyección Copaxone.
Teva, la mayor fabricante mundial de productos farmacéuticos genéricos, admitió fallas en la implementación y adecuación de su sistema de control interno, así como en reforzar dichos controles en su subsidiaria mexicana, donde se permitió el pago de sobornos a doctores empleados por el gobierno mexicano.
Aceptó que la subsidiaria mexicana sobornó a los médicos para prescribir Copaxone desde, al menos, 2005. Al respecto, el Departamento de Justicia de EU señala que ejecutivos de la empresa en Israel, responsables de desarrollar en 2009 el programa anticorrupción de la compañía, tenían conocimiento de los sobornos en México.
Los documentos presentados ante la Corte de Florida no precisan el total de los sobornos en México, pero mencionan que Teva pagó miles de dólares en efectivo, comidas, regalos y viajes a Cancún para médicos empleados de hospitales públicos.
Entre los corrompidos en México, la investigación ubicó a un funcionario mexicano cuya identidad se reservó, quien entre 2005 y 2012 “fue un reconocido e influyente neurólogo que trató a pacientes con esclerosis múltiple”, tuvo altos cargos en hospitales y otras instalaciones de salud propiedad del gobierno, de acuerdo a lo publicado en Proceso.
Las “mordidas” fueron conocidas por los propios ejecutivos de Teva México encargados desde 2009 de desarrollar y aprobar los controles internos anticorrupción de la empresa.
No es el primer escándalo de Teva en México. En 2007 ya había sido investigada en Estados Unidos también por prácticas corruptas y actualmente se encuentra en litigio en Nueva York para intentar desconocer un compromiso de compra de la farmacéutica mexicana Rimsa, a la que ahora acusa de producir medicamentos que ponen en riesgo la salud.
AGP