Jugando a los avioncitos y trenecitos…

Ahora si ya no entiendo nada, tuve la oportunidad de conocer personalmente al ingeniero Javier Jiménez Epriú, allá por los años 80, cuando su servidor era un simple estudiante y el ingeniero ocupaba la dirección de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, debido a mis labores en la Secretaría de Servicios Académicos donde realicé mi servicio social, estuve enterado de su trabajo y puedo decir que fue impecable y de un gran profesionalismo. 

Sin embargo, en la actualidad me causa sorpresa como un profesional de la ingeniería, sale a declarar que el dictamen técnico del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mexico (NAICM), se retrasaría 24 horas, ya que recibieron estudios importantes de última hora, y estos podrían cambiar el sentido de su dictamen. 

Lo que nos hace ver el ingeniero Jiménez Espriú, es que el dictamen se realizó con lo que tenían, no con lo que necesitaban, acaso un proyecto tan importante como el NAICM, no tiene al menos un listado de los documentos necesarios para emitir un veredicto técnico al respecto. 

Si los documentos recibidos de última hora son tan importantes, como es posible que en solo 24 horas los analizaron a fondo e incorporaron en el nuevo dictamen. O no eran tan importantes y solo fue una vil excusa para no decir que no habían acabado o de plano se están haciendo las cosas sobre las rodillas, por el bien de México espero sea lo primero. 

El aeropuerto de la Ciudad de Mexico, ya es insuficiente, desde el sexenio de Vicente Fox hace 17 años más o menos ya se anunciaba la construcción de uno nuevo en San Salvador Atenco, el cual fue detenido por las protestas de los pobladores y la obra ni siquiera comenzó. 

Ahora se pretende, creo que ya no es pretensión, sino un hecho, que la construcción del NAICM sea sometida a consulta popular, es decir al igual que en el 2001, el futuro aéreo de Mexico estará en manos de personas que de aeronáutica no sabemos nada, si acaso subirnos al avión. 

RECOMENDAMOS EL TEXTO Perdóname Andrés…

En Mexico poco más del 70% de la población nunca ha viajado en avión y poco le importa el aeropuerto, se inclinan a opinar en base a lo que circula por todos lados, que si es una tranza del actual gobierno, la afectación ecológica, que si se construye en un pantano; poco les importa la necesidad de este y la grave afectación económica que tendría nuestro país, más bien es una bandera política del nuevo régimen en contra de los anteriores y hay que ir en contra, a como sea. 

El detener la construcción del futuro NAICM costaría al país 100 mil millones de pesos, según análisis del propio equipo de Andres Manuel Lopez Obrador y la construcción del no consultado, que casualidad. El tren maya tendrá un costo de 120 mil millones de pesos, de donde saldrán estos 220 mil millones de pesos. 

Es necesario que nos den números, saber cuánto vamos a perder por la necedad de no construir el aeropuerto y cuanto vamos a ganar con la construcción del tren maya, el cual sinceramente le deseo a Andrés Manuel, no tenga el mismo fin que el de Querétaro que anuncio con  bombo y platillo su antecesor Enrique Peña o como el de la Ciudad de Mexico a Toluca que parece ser ya costo mas del doble de lo anunciado y no pudo entregarlo el mexiquense. 

Ya que a Andrés Manuel es un demócrata al que le encanta someter al pueblo sus decisiones, no se le paso por alto preguntarle al pueblo: ¿Beisbol o Futbol?, será porque ya sabe la respuesta y no le importa realmente el pueblo y va a hacer lo que le venga su real y no democrática gana, así parece. 

Solo me resta pedirle a Dios que en seis años gane un candidato de mi estado natal, para así poder tener un proyecto económico para engrandecerlo, ya que esta visto que a los presidentes solo les interesa su estado natal, no el país, Peña con su tren Toluca – Ciudad de México y Lopez Obrador amplia el Tren Maya hasta su natal Tabasco. ¿Y los demás cuándo? 
 
 
Domingo Días 
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