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Los mayores campos de refugiados del mundo

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México.—  De acuerdo con datos del informe “Tendencias globales” del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), más de 65 millones de personas estaban en una situación de desplazamiento forzoso a finales del año pasado, 300 mil más que en 2015.

Conflictos como la guerra, violencia y persecución son las causas que han originado que más hombres, mujeres y niños se vean obligados a abandonar sus países en busca de asilo político.

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En promedio, cada minuto 20 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares durante el 2016, lo cual equivale a una persona desplazada cada tres segundos.

La cifra total de refugiados ha vuelto a marcar un nuevo récord histórico. Un total de 22.5 millones de personas se han visto obligadas a abandonar su país.

Los asentamientos, en principio, se trata de una opción de alojamiento temporal, mientras acaba la guerra en su país o consiguen los papeles para instalarse en otra nación. Pero no siempre es así.

A veces, el conflicto se alarga durante meses o años, de modo que los campos de refugiados acaban convirtiéndose en pequeñas ciudades que deben ofrecer todo tipo de servicios: escuelas, hospitales, sistemas de distribución de agua corriente. Las condiciones pueden ser muy distintas de un campo a otro.

La cifra de desplazados forzosos asciende a 65.6 millones, incluye a quienes buscan un lugar más seguro dentro de su propio país.

De acuerdo con información de Acnur, millones de personas viven en campos de refugiados a la espera de poder regresar  a sus hogares, entre ellos se encuentra Dadaad, en Kenia, el más grande, pues hay poco más de 245 mil personas.

Este asentamiento, el cual se encuentra cerca de la frontera de Somalia, está formado por tres campamentos: Hagadera, Dagahaley e Ifo. Estos campos existen desde hace más de 20 años y reciben  personas de distintos países de África que huyen de la violencia, la sequía y la hambruna.

Dollo, Ado, ubicado en Etiopía, es el segundo mayor campo de refugiados del mundo, con unas 212 mil personas —según el recuento de Acnur del pasado 31 de mayo—, opera desde 2011. Aquí hay cinco campamentos, que albergan en su mayoría a somalíes, aunque desde hace tres años acoge también a refugiados que huyen de la violencia en Sudán del Sur y en Eritrea.

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Desde 2009, el número de personas refugiados de Kakuma, Kenia,  ha ido en aumento y la financiación no es suficiente para atender los casos de malnutrición infantil y enfermedades contagiosas. En él viven refugiados de casi 20 países distintos. Da asilo a 160 mil personas.

Tras la guerra árabe-israelí de 1948, unas 35 mil personas se establecieron Jabalia, que hoy en día cuenta con más de 100 mil palestinos en un espacio de 1.4 kilómetros cuadrados.

El bloqueo de la franja de Gaza impuesto por Israel ha creado graves dificultades en la vida diaria de los habitantes de Jabalia, que en una gran mayoría dependen de la ayuda de la UNRWA (la agencia de la ONU para los refugiados palestinos).

El campamento de refugiados de Al Zaatari se creó para proteger a quien huía de la guerra siria como solución temporal, aunque ahora es uno de los mayores campos de Oriente Próximo. Construido en 2012 por el gobierno jordano en colaboración con Acnur, fue diseñado para dar refugio a unas 60 mil personas, aunque ha llegado a albergar a hasta 150 mil sirios. Hoy en día viven en el complejo casi 80 mil sirios, de los que más de la mitad son niños. Según Acnur, el campo cuenta con nueve escuelas y dos hospitales.

El asentamiento de Katumba, es el campo más antiguo: se creó en 1972 para dar refugio a la población de Burundi, que huían del conflicto étnico entre hutus y tutsis en Ruanda. Muchos de sus habitantes han pasado toda su vida en el campo.

En la década pasada, el gobierno de Tanzania ofreció a los 200 mil burundeses que vivían en Katumba la posibilidad de nacionalizarse. El 75% aceptó la oferta. Hoy en día, continúan viviendo en el campamento unas 66 mil personas.

Fundado en 1993, el campo de refugiados de Pugnido, en Etiopía,  ha experimentado en los últimos años un aumento de llegadas por la guerra en Sudán. Aquí hay cerca de  63 mil refugiados, el 70% procedentes de Sudán del Sur. Según Acnur, el campamento está dotado de 11 guarderías, cuatro escuelas de primaria y una de secundaria.

En 1980, la URSS (antigua unión de países liderados por Rusia) invadió Afganistán y una parte de la población afgana huyó a Pakistán. Allí se formó el asentamiento de Panian, que no fue reconocido como campo de refugiados hasta 2008.

Aquí permanecen algo más de 62 mil personas, en su mayoría a afganos. Desde 2002, según los datos de Acnur, cerca de seis millones de refugiados afganos han regresado a sus hogares. Sin embargo, muchos de los que viven en Panian siguen considerando que Pakistán es un lugar más seguro para vivir.

La mayoría de desplazados por el conflicto entre hutus y tutsis huyeron a Tanzania. El campo de Mishamo se creó en los años 70 cerca del Lago Tanganika para acoger a los refugiados del primer genocidio en Burundi. A diferencia de otros campamentos, donde existen graves carencias alimentarias, los habitantes de Mishamo, que actualmente suman unos 55 mil, han logrado desarrollar una productiva actividad agrícola que ha contribuido al desarrollo económico local.

Yida, es un campo de refugiados informal nacido en la segunda guerra civil sudanesa, un conflicto que concluyó en 2011 con la independencia del sur del país, el cual alberga  a 55 mil personas aproximadamente. El Gobierno de Sudán del Sur y Acnur han intentado que los habitantes de Yida se trasladen al campo oficial de Ajuong Thok, gestionado por la agencia de la ONU. Sin embargo, muchos se han resistido a marcharse.

AGP

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