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Más de mil casas afectadas por Max en Guerrero

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San Marcos, Gro.- Las fuertes lluvias por el paso del huracán Max han dejado mil 500 casas inundadas en el estado de Guerrero, principalmente en la Costa Chica de la entidad.

Este viernes los habitantes rescatan lo que pueden bajo los rayos de un intenso sol, que dista mucho del clima de un día antes.

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Los municipios con más afectaciones hasta el momento, de acuerdo con el reporte preliminar de Protección Civil de Guerrero, son San Marcos, con 400 viviendas, y Juchitán con 240; en el resto de la región se continúa con las evaluaciones.

El paso se ha complicado debido a dos socavones en la carretera federal Acapulco-Pinotepa, uno cerca de Cruz Grande y otro por el municipio de Copala.

En la mayoría de la región se registraron cortes en el suministro de energía eléctrica desde la mañana del jueves la cual se restableció hasta la madrugada del viernes; por la noche del jueves también hubo afectaciones en el servicio de telefonía celular y en consecuencia en el internet.

En Acapulco se registraron 21 viviendas afectadas, 15 en la comunidad de El Zapote y el resto en distintas áreas; también se han contabilizado 150 árboles y palmeras derribados por los fuertes vientos.

El coordinador de Protección Civil y Bomberos, Sabás de la Rosa Camacho, reportó retrasos en aterrizajes de vuelos en el Aeropuerto Internacional Juan Álvarez por el mal clima; los vuelos programados para llegar a las 5 de la tarde pudieron llegar a las 8 de la noche.

Tecomate-Pesquería

En la comunidad Tecomate-Pesquería, del municipio de San Marcos, las 685 familias que habitan, y que no han sido incluidas en el censo, perdieron prácticamente todo, pues la laguna que es su sustento incrementó de nivel y debido a que la barra de Santa Rosa no se ha abierto el agua no se ha desfogado.

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Las casas y negocios con vocación turística están anegadas por el agua; los pescadores perdieron lanchas de motor e incluso sus redes de pescar pues la lluvia del huracán Max y sus fuertes rachas de viento los sorprendió.

Son más de 400 casas las afectadas; las familias intentan rescatar algunas de las pertenencias de entre el agua, en donde también se observan peces y pollos muertos. Entre el cuerpo lacustre los cerdos también buscan qué comer.

“Gracias a Dios que no hubo pérdidas humanas, pero fue pérdida total”, dijo una de las damnificadas.

Los habitantes agradecen que la emergencia les tocó de día, pues consideran que de lo contrario podría haber hasta muertes.

Su urgencia es la apertura de la barra, pues temen que continúen las lluvias y el nivel incremente; también requieren láminas para salvar lo poco que les queda al interior de las viviendas y el restablecimiento del servicio de luz.

ebv

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