México
Bebé recibe oportunidad de vida gracias a cirugía en el IMSS
Presentaba un mal cardicaco
Ciudad de México.— André Paolo, un bebé de apenas siete días de nacido, recibió una oportunidad de vida gracias a una cirugía realizada por los especialistas del Hospital General de La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Se trató de una aortoplastía con uso de parche bovino fenestrado, procedimiento que no se había realizado en 10 años que duró más de ocho horas.
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Dicho procedimiento es una compleja cirugía correctiva que en este caso se realizó en el ventrículo izquierdo del corazón de André Paolo.
La doctora Lourdes Catalina Cano Villalpando, médica de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) de la División de Pediatría de La Raza, destacó que desde la semana 27 de gestación se detectó una malformación congénita en el corazón.
En ese momento, se preparó un plan integral para brindar una vigilancia estrecha durante el embarazo y atención inmediata al nacimiento.
“Al ser una unidad de Tercer Nivel nos refieren casos complejos que en hospitales de otros niveles no se pueden resolver, contamos con más de 30 especialidades para brindar un manejo integral y que la mortalidad del recién nacido disminuya considerablemente, así como su morbilidad (índice de personas enfermas en un lugar y tiempo determinado)”
Lourdes Catalina Cano Villalpando | médica de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales de la División de Pediatría de La Raza
Desde que nació, el pasado 8 de noviembre, André Paolo recibió prostaglandinas intravenosas para mantener su corazón estable. Mientras, los especialistas de Cardiología Pediátrica y Cirugía Cardiovascular buscaron la mejor alternativa para reparar su corazón.
Así, el 14 de noviembre ingresó a cirugía. Al ver la peculiar anatomía real del paciente, los médicos decidieron realizar la aortoplastía con el uso de parche bovino fenestrado.
“Sabía que mi bebé iba a estar en buenas manos”
La señora Claudia Ramírez, mamá de André Paolo, destacó que al acudir a las consultas prenatales le realizaron un ultrasonido y ahí fue detectada la anomalía; un cardiólogo le hizo un dibujo para explicarle de mejor manera lo que ocurría en el corazón de su bebé, “ahí entendí la complejidad que tenía”.
Indicó que tras el nacimiento, solo pudo estar con él por un corto tiempo, “fue una angustia total cuando nos explicaron el tipo de cirugía, pero sabía que iba a estar en buenas manos, los médicos me dijeron: vamos a darle una oportunidad al bebé, porque era algo muy, muy complejo”.
Recordó que una vez que André Paolo salió de cirugía, pasaron 72 horas cruciales en la recuperación de su hijo, pero mejoró satisfactoriamente. “No tengo cómo agradecer al hospital y a los doctores que lo han tratado”.
En la UCIN han sido atendidos 749 pacientes en los últimos tres años, de los cuales 144 fueron por cardiopatías congénitas. Entre ellos, 19 casos son por síndrome de ventrículo izquierdo hipoplásico, que es el padecimiento que sufría André Paolo.
JAHA