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Caso Beatriz: historia de Beatriz y Leilani, manipulación para legalizar el aborto

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Ciudad de México.— La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) celebrará una audiencia el 22 de marzo para resolver el caso “Beatriz vs. El Salvador”, previo a dictar sentencia.

De acuerdo con especialistas, este es el primer caso sobre aborto que el tribunal internacional resolverá en sus estrados.

El caso Beatriz, que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) verá en audiencia el 22 de marzo en San José de Costa Rica, se refiere a una mujer de escasos recursos que dio a luz en 2013 a una bebé con anencefalia, que murió pocas horas después de nacer.

Beatriz, por medio de los abogados de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, pidió al Estado salvadoreño poder practicarse un aborto debido al lupus, una enfermedad autoinmune que sufría, y a la anencefalia de su bebé, a la que llamó Leilani Beatriz.

LA HISTORIA DE BEATRIZ Y LEILANI

De acuerdo con el sitio Caso Beatriz, Beatriz era una madre salvadoreña de escasos recursos que fue manipulada y utilizada por grupos abortistas que la condenaron al miedo para imponer el aborto en el continente americano.

Beatriz ya tenía un hijo varón y quería ser madre otra vez. Aunque le habían ofrecido esterilizarse, ella había rechazado la propuesta porque quería tener más hijos.

Beatriz tenía Lupus, una enfermedad autoinmune que puede ser muy grave. Pero afortunadamente, durante su segundo embarazo, el lupus estaba controlado y el embarazo no amenazaba la vida de Beatriz.

El bebé, a quien su mamá llamó Leilani Beatriz, también estaba enferma y fue diagnosticada con anencefalia, pero no le impedía tener conciencia, experimentar dolor, e incluso la probabilidad de que pudiera vivir meses o años.

El sitio web Caso Beatriz detalló que la discapacidad de Leilani, no la hacía menos persona ni menos digna. Sin embargo, grupos abortistas presionaron a Beatriz para que solicitara un aborto, convenciéndola de que ella se iba a morir si no mataba a su bebé discapacitada y que la misma, de todas formas, no iba a vivir.

Aquellos grupos le hicieron solicitar a Beatriz la autorización de abortar ante la Corte Suprema del Salvador, y también solicitaron medidas provisionales ante la Corte IDH. Esto pese a que no hay pruebas de que Beatriz pidiera personalmente el aborto. Ambas instancias reconocieron que, así como lo afirmaban los médicos, la vida de Beatriz no estaba en peligro de muerte y que ella estaba siendo atendida y monitoreada correctamente.

Los médicos realizaron a Beatriz una cesárea en la semana 26 de embarazo, ya que los médicos consideraron que era lo mejor para la salud de Beatriz, y el procedimiento respetó la vida de Leilani.

La niña nació viva, lloró, respiró y pudo recibir el amor de su madre, permaneciendo en sus brazos unos instantes. Lamentablemente, falleció unas horas más tarde, por causa de su discapacidad.

Beatriz siguió bajo supervisión médica, recuperándose de la cesárea, sin sufrir complicaciones mayores por causa del embarazo. En una entrevista posterior, Beatriz contó cuanto quería que viviera, e incluso le llevaba flores a su tumba y le hablaba.

Beatriz falleció 4 años después del nacimiento de Leilani, a raíz de heridas producidas por un accidente vehicular. Su muerte, contrariamente a lo que afirman los grupos abortistas, no tuvo ninguna relación con su segundo embarazo, ni con su bebé.

“Los grupos abortistas le negaron a Beatriz el derecho a la esperanza y la condenaron al miedo. Le impusieron su muerte y la de su hija como una fatalidad. Negaron la dignidad de una niña por el simple hecho de tener una discapacidad, considerando que era “tortura” para su madre tenerla en brazos y secar sus primeras lágrimas”, se puntualiza en el sitio web Caso Beatriz.

ebv

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