México
Falta de trabajo y extorsiones, ante la indiferencia de los gobiernos: Monseñor Joel Ocampo
Ciudad de México.— Los Obispos de México, a través de la Dimensión del Trabajo, ratifican su compromiso para seguir luchando por una sociedad más justa y fraterna.
El 1 de mayo se celebra la Fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores, fiesta instituida por el Papa Pio XII en el año de 1955 ante un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
Esta celebración coincide con el Día Mundial del Trabajo y brinda la oportunidad de reflexionar en la dignidad de todo ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios y el derecho fundamental a un trabajo digno y bien remunerado.
En ese marco, Monseñor Joel Ocampo Gorostieta, Obispo de Ciudad Altamirano y responsable de la Dimensión Pastoral del Trabajo, citó a San Juan Pablo Il dirigiéndose a los trabajadores: “Mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a sus propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en cierto sentido se hace más hombre”.
A través de un comunicado, Monseñor Ocampo reconoció que la realidad que vivimos es compleja y delicada.
“Después de dos años de pandemia que marcaron definitivamente nuestras vidas, dejando dolor, sufrimiento y muerte en nuestras familias y comunidades, así como una economía muy vulnerable, ocasionada por la falta de trabajo y el cierre de muchas pequeñas y medianas empresas, nos encontramos ante una situación todavía más dolorosa, ocasionada por la inseguridad, la violencia y el crimen organizado, que obliga a trabajadores, campesinos, ganaderos, empresarios y comerciantes a pagar cuotas exageradamente altas, ante la indiferencia y abandono de los gobiernos y fuerzas de seguridad”.
En ese sentido, felicitó a los trabajadores y pidió que San José Obrero, el humilde carpintero de Nazaret, quien personifica ante Dios y la Santa Iglesia la dignidad del trabajador esforzado, interceda por ellos y sus familias para que el Señor les conceda siempre un trabajo digno, estable y bien remunerado.
ebv