Juan Pablo II cumpliría 100 años; su mensaje más vigente que nunca

México.— En ésta época de incertidumbre y vulnerabilidad, tienen gran significado y vigencia las palabras del Papa Juan Pablo II, quien en su primer discurso dijo “no tengais miedo” y luego nos condujo hacia el jubileo del año 2000 al trino de la esperanza, comentó Alejandro Landero, director Nacional del Pontificio Instituto Juan Pablo II.

Este 18 de Mayo en el marco de la celebración por el centenario del nacimiento del filósofo, teólogo y Papa, San Juan Pablo II, el Pontificio Instituto y la Universidad Anáhuac, reunieron a importantes expertos de diversos ámbitos, para reflexionar sobre el gran personaje, “que nos llenó de mucha sabiduría y grandes enseñanzas que siguen aportando al día de hoy”, destaca Landero.

A Juan Pablo II le tocaron vivir tiempos convulsos, la invasión del nazismo en su patria (Polonia), luego el flagelo del comunismo, y la guerra fría. Por esta razón el pensamiento del Papa Juan Pablo II aportó grandes mensajes sobre los desafíos que tenemos, no sólo en México, sino en el mundo entero.

El seminario detalla temas relevantes sobre la crisis económica, política y social, la cual no es una mera crisis de sistemas, sino una crisis del ser humano, que es lo que busca atender el personalismo integral, la corriente de pensamiento que nos dejó Karol Wojtyla, el Papa Juan Pablo II, agregó el director del Pontífice instituto.

En entrevista con Siete24.mx Señaló Landero, “hoy resuenan de manera muy elocuente los mensajes transmitidos por el Papa en sus encíclicas sobre temas sociales, trabajo-desarrollo y solidaridad, donde advertía que ante las polarizaciones, se deben buscar puntos de encuentro, como la única manera como se vence a estos regímenes que tratan de implantar un socialismo”.

Recuerda que en los mensajes sobre esos temas, el Papa Juan Pablo II, decía que aunque pareciera que hay sólo dos alternativas, el capitalismo salvaje o el regreso al estatismo, no tenemos que optar por una o por otra, sino construir un sistema humano que por un lado defienda la iniciativa libre y no el estatismo controlador que espanta la inversiones y tampoco la economía de salarios miserables, con falta de derechos laborales.

Explicó que las soluciones a estas crisis no pueden partir de un ser humano fragmentario, sólo como materia, o sólo como espiritu, o como pura libertad sin pasado ni identidad, por el contrario, trata de ver al ser humano en su dimensión corporal, psíquica y espiritual de manera integral, como recomendaba San Juan Pablo II.

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emc