Iglesia católica se pronuncia por una jornada electoral en paz

Ciudad de México.— El arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, reiteró el exhorto de la Iglesia católica a la ciudadanía para que participe en la jornada electoral el 6 de junio, así como del proceso democrático que no concluye con la elección de candidatos.

“Tanto a nivel local como federal será de suma relevancia la decisión que tomemos, por lo que es importante estar bien informados de las plataformas y principios de los candidatos y de sus posibles equipos de trabajo”, reflexionó el arzobispo Cabrera López.

Recordó que para la ciudadanía y especialmente para los fieles católicos, participar del proceso es un derecho y un deber cívico.

Por su parte, el arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Carlos Garfias Merlos, exhortó a la clase política y a la ciudadanía a realizar un cierre de campaña en paz y que la conversación política construya puentes que favorezcan la verdad y la justicia.

Garfias Merlos pidió a todos los candidatos a puestos de elección popular, así como a sus equipos de campaña que contemplen la política “como una verdadera vocación de servicio”; tal como lo ha insistido el Papa Francisco.

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El arzobispo recomendó a la ciudadanía que procure estar bien informada sobre los candidatos, su trayectoria, los resultados en los cargos que han prestado: “analicemos su ideología o pensamiento político, los proyectos que presentan y su viabilidad, el equipo de colaboradores, etcétera”.

Garfias pidió que la población haga “un serio discernimiento sobre lo que más conviene a nuestros estados y a nuestros municipios”. Por ello, pidió que se abandonen prácticas como el clientelismo, el oportunismo político y la compra de votos.

“Elijamos a los mejores candidatos que respondan al momento histórico que estamos viviendo y promuevan los valores de la justicia, el amor, la paz y el gozo para la familia, los pueblos, las instituciones. En una palabra, que promuevan una verdadera fraternidad entre todos, sin discriminaciones”.

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ebv