‘Por el fin de la Pandemia’: Iglesia consagra a la Virgen de Guadalupe a los Pueblos de América

Ciudad de México.- Unidos a la distancia, los obispos católicos del continente americano celebraron la solemnidad de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo con la mirada hacia la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe en donde se realizó la consagración de los pueblos latinoamericanos a la Virgen para pedir por el fin de la pandemia del coronavirus COVID-19.

La ceremonia, presidida por Carlos Aguiar Retes, cardenal arzobispo de México y custodio del ayate donde Santa María de Guadalupe imprimió su imagen para acompañar a los pueblos de América, comenzó con un mensaje pontificio enviado desde la Santa Sede y leído por el nuncio apostólico en México, Franco Coppola.

En el mensaje, el papa Francisco envió su saludo a la Iglesia en México y celebró el gesto de los pastores para consagrar a la Virgen de Guadalupe a todos los habitantes del continente y para solicitar que en su providencia ponga fin a la pandemia que afecta al mundo entero.

“No podemos salvarnos cada uno por nuestra cuenta sino sólo unidos, como hermanos”, apunta el mensaje y recuerda que, ante las difíciles circunstancias actuales, los católicos están obligados a ser portadores de fe, esperanza y amor.

La Misa de Resurrección se realizó en el altar principal de la Basílica de Guadalupe donde concelebraron, además del arzobispo y el nuncio apostólico, los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de México, sacerdotes canónigos y miembros del Cabildo Guadalupano, así como el clero adscrito a la labor pastoral del Santuario y de la curia arzobispal.

‘Replantear la cultura dominante actual’

En su mensaje homilético, el cardenal Aguiar Retes reflexionó sobre “la fuerza del amor como el camino más directo para descubrir a Cristo vivo y actuando a través de mi persona y de mi comunidad eclesial”. Invitó a los católicos a hacerse tres preguntas en esta Pascua: “¿Descubro la importancia de amar a Jesus maestro partiendo del testimonio de las sagradas escrituras, de la tradición de la Iglesia y de quienes me han transmitido la fe? ¿Qué tan dispueto estoy a iniciar mi camino de fe? ¿Me emociona aventurarme por el camino de Juan el discípulo amado?”

El arzobispo lanzó una feroz crítica contra los contextos socioculturales actuales “que privilegian el placer, codicia y la ambición.. el desorden de nuestras pasiones” y convocó a una lucha espiritual personal “para reflejar en nuestra vida social el testimonio del amor al prójimo, especialente a los más necesitados”.

“Vivamos la auténtica solidaridad cristiana que ayuda a quien lo necesita sin esperar nada a cambio”, recomendó.

Finalmente, el arzobispo explicó que ante pandemia se ha despertado la necesaria colaboración solidaria de la sociedad para superarla: “Elevamos la oración para que sea la ocasión oportuna para replantearnos las tendencias dominantes de la cultura actual y nos ayude a rectificar la conducta social y personal de nuestro tiempo”.

Protección ante las dificultades

Al finalizar la ceremonia, el arzobispo Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo (Perú) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, envió un videomensaje a proposito de la iniciativa para la consagración de los pueblos del continente a la Virgen de Guadalupe, Emperatriz de América.

Cabrejos explicó que en los pueblos latinoamericanos hay una decisiva confianza en la Virgen de Guadalupe y que, siempre ante las dificultades, se le suplicado por su auxilio.

Por ello, el arzobispo Cabrejos pidió que, al igual que asistió a Juan Bernardino, tío de Juan Diego, y al pueblo mexicano en el siglo XVIII durante la gran epidemia, la Virgen de Guadalupe provea su auxilio “por tus hijos más vulenerables durante la pandemia: los niños, los enfermos, los indígeneas, los migrantes, los que no tienen hogar y los privados de la libertad”. 

Al igual que en cada diócesis del continente, el arzobispo Aguiar presidió el rezo de la oración propuesta por el episcopado latinoamericano para consagrar a los pueblos de América a la Virgen María de Guadalupe.