México

Sector pecuario: el tercero más contaminante del país

Ya no podemos soltar a los animales a que coman lo que quieran y cambiar bosques por pastizales.

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Ciudad de México.- Rafael Olea Pérez, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, informó que la ganadería es la tercera actividad que más emisiones de carbono genera en México, y que los veterinarios son actores claves, para ayudar a reducir estas emisiones.

El académico señaló que “ya no podemos soltar a los animales a que coman lo que quieran y cambiar bosques por pastizales”, dijo.

Los veterinarios tenemos que enseñar cómo conectar la cría de pollos y cerdos con la agricultura para que el pastoreo no sea sólo deforestar y el estiércol no sea un contaminante, sino aprovechar lo que hay y reciclar lo que no se convierte en carne, leche o huevo.

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Rafael Olea Pérez explicó que la cantidad de los gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten, dependen de la especie que se esté criando. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, para producir un kilogramo de carne de bovino se emiten 295 kilogramos de dióxido de carbono. Mientras que para un kilo de carne de cerdo se generan 55 kilos de CO2.

Como parte de Objetivos de Desarrollo Sostenible, el especialista indicó que nuestro país se planteó reducir para el año 2030, un 22% este tipo de gases a partir de recursos nacionales, y hasta un 36% si se reciben fondos externos.

El también maestro en Reproducción Animal, ha realizado evaluaciones a diferentes sistemas de producción ganadera en Veracruz, Campeche, Tabasco y Yucatán donde analiza cuántas emisiones se generan por esta actividad, y la cantidad de carne que se logra por hectárea. Gracias a esto, creo la Calculadora de Carbón, con la que mide las unidades de GEI en kilogramos de CO2-e, frente a los kilos de carne viva que se producen de bovinos, por hectárea al año.

Con esto, Olea Pérez, ha cuantificado las emisiones que se originan si se deja que las vacas sólo pastoreen, así como los kilos de animal vivo por hectárea que se producen, logrando calcular qué sucedería si se incluyen en la dieta forrajes ricos en “taninos”, sustancias presentes en algunas leguminosas tropicales, que disminuyen la producción de metano en el rumen de bovinos, manteniendo la misma producción de carne.

Así mismo estableció una estrategia que incluye el manejo reproductivo de los animales, para que las vacas tengan más crías, y reduzcan las emisiones de carbono, aumentando la productividad. Por otra parte, el académico, mencionó que México trabaja en la restitución de praderas para que sean más productivas y haya forrajes que mejoren la digestión de los animales.

Finalmente dio a conocer otra estrategia, enfocada en el manejo de las excretas de los animales que se divide en dos vertientes: una, es fermentar el excremento y producir metano, intencionalmente, para generar energía. Mientras que la segunda contempla lograr fertilizantes verdes, a partir de lo que no pudo digerir el animal y utilizarlos como nutrientes para las plantas.

ARH

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