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Agresión a Siria daña la relación EU-Rusia

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Redacción Internacional.— El gobierno ruso encabezó el rechazo, junto al de Damasco y Teherán, al ataque contra Siria de Estados Unidos, que apoyaron sus aliados, entre ellos Turquía e Israel, mientras que Pekín abogó por prevenir un mayor deterioro de la situación.

La Marina norteamericana bombardeó la base aérea siria de Shayrat como represalia al ataque con armas químicas el pasado martes, que Washington atribuye a la aviación del presidente sirio, Bachar al Asad en una acción militar que causó la muerte de nueve civiles, cuatro de ellos niños.

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El Pentágono explicó que había informado previamente a las autoridades militares rusas del ataque, consistente en el lanzamiento de 59 misiles Tomahawk desde los destructores USS Ross y USS Perot desplegados en el Mediterráneo y con base en el puerto español de Rota (sur).

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El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de agresión con un pretexto inventado el ataque contra la base aérea de Shayrat, y advirtió de que la acción militar de Washington daña seriamente las relaciones ruso-estadounidenses.

Por su parte, una portavoz del gobierno chino eludió criticar la acción y consideró que es “urgente prevenir un mayor deterioro” de la situación en Siria, poco después de que el presidente Xi Jinping cenara en Florida con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

Tanto Reino Unido como Francia, ambos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, apoyaron a Washington, que recibió el respaldo de otros aliados europeos como Alemania, España, Italia, Dinamarca o Polonia.

La OTAN consideró el bombardeo estadounidense como una reacción al ataque químico que atribuye al Ejército sirio.

“El régimen sirio ostenta toda la responsabilidad de este desarrollo. La OTAN ha condenado consistentemente a Siria por el uso continuado de armas químicas como una clara violación de las normas y acuerdos internacionales”, señaló en un comunicado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, declaró que la UE “entiende” que el ataque servirá para evitar el uso armas químicas contra la población civil.

“Juncker ha sido inequívoco en su condena del uso de armas químicas. El uso repetido de estas armas debe tener respuesta. Entiende los esfuerzos para impedir más ataques”, señaló la presidencia de la CE en un comunicado.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, acusaron al unísono al presidente Al Asad de cargar “en solitario con la responsabilidad” de “la masacre con armas químicas del 4 de abril” en Jan Shijún, en la que la OMS confirmó hoy 84 muertos y 546 heridos.

Un portavoz de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, indicó que la acción militar es “la respuesta apropiada” a la “salvaje” agresión perpetrada por el Ejército sirio contra civiles.

El gobierno de Turquía, como el de Japón y Australia, manifestó de inmediato su apoyo a las represalias militares por ese ataque, presuntamente con gas sarín, del que responsabilizan al Ejército sirio.

También el español, al considerarlo “una respuesta medida y proporcionada” a la utilización por el ejército sirio de armas químicas contra la población civil del país. En un comunicado, el Gobierno de Mariano Rajoy habló de “una acción limitada en su objetivo y medios” y dejó claro que fue contra una base militar, “no contra objetivos civiles”.

Desde Japón, el primer ministro Shinzo Abe dijo que la respuesta militar estuvo destinada a “evitar un mayor empeoramiento de la situación”.

Asimismo, su homólogo australiano, Malcolm Turnbull, expresó su apoyo al ataque “raudo y justo” que calificó de “respuesta calibrada y proporcionada”.

Lamentó que la víspera el Consejo de Seguridad de la ONU no condenase el ataque químico en Siria por el veto ruso.

El Gobierno iraní, aliado militar de Damasco, afirmó a través de un portavoz que Teherán considera “peligroso, destructivo y una violación de los principios de la ley internacional perentoria” el uso de esta excusa para tomar medidas unilaterales.

En la región se pronunció el gobierno israelí, cuyo primer ministro, Benjamín Netanyahu, mostró su “total apoyo” a Trump

“Tanto en discurso como en acción, el presidente Trump envió hoy un fuerte y claro mensaje de que el uso y difusión de armas químicas no será tolerado”, señaló Netanyahu en un comunicado.

En cuanto a la Liga Árabe no se ha pronunciado, pero sí Arabia Saudí, quien expresó su pleno apoyo.

Entre las escasas voces disidentes de Europa que se pronunciaron de inmediato figura la candidata del Frente Nacional a la Presidencia francesa, la ultraderechista Marine Le Pen, que criticó la decisión de atacar estadounidense.

En Suecia, la ministra de Asuntos Exteriores, Margot Wallström, señaló que el bombardeo despierta dudas jurídicas e hizo un llamamiento para que intervenga el Consejo de Seguridad la ONU, al que se sumó Suiza con su apoyo al enviado especial Staffan de Mistura.

Rusia anunció la suspensión de la coordinación militar con Estados Unidos en Siria en respuesta al ataque norteamericano.

“La parte rusa suspende la vigencia del memorando que existe para evitar incidentes y garantizar la seguridad de vuelos durante las operaciones (militares) en Siria, firmado con EEUU”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores, en una declaración leída por su portavoz, María Zajárova, y colgada en su web oficial.

AGP

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