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De militar a soldado de Dios, tras ordenarse como sacerdote

“Estoy muy agradecido a todos aquellos que me han acompañado y me acompañan con su oración, su cariño y su ánimo”.

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Colombia.- Este sábado 13 de julio, José Miguel Jiménez Atiénzar vivirá uno de los momentos más importantes de su vida al ser ordenado sacerdote en la Real Basílica de Nuestra Señora de la Caridad de Cartagena.

Este acontecimiento marca el punto culminante de un camino lleno de fe y dedicación, y tiene un significado profundo no solo para él, sino también para su familia y comunidad.

Foto: Redes sociales.

Un entorno de fe desde la infancia.

Hijo de Guillermo y María del Mar, José Miguel es el mediano de tres hermanos. Desde niño, la fe fue un pilar en su vida, influenciado por sus abuelas Caridad y Magdalena, quienes lo llevaban a misa en la basílica de la Caridad.

“Desde mi infancia fui creciendo en un entorno de fe, sabiendo que Dios estaba conmigo, escuchándome en el cielo”, recuerda José Miguel.

Este ambiente de devoción lo llevó a participar en la Eucaristía dominical junto a un grupo de amigos en la parroquia de su barrio, una experiencia que fue moldeando su vocación religiosa.

La vocación castrense y la llamada divina.

Inicialmente, José Miguel pensó que su camino estaba en el Ejército de Tierra, influenciado por su hermano mayor.

Foto: Redes sociales.

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Tras terminar el Bachillerato, ingresó a la Academia General Militar en Zaragoza. Durante este tiempo, comenzó a dedicar más tiempo a la oración y recibió el sacramento de la Confirmación.

“Por un tiempo, y a pesar de mi pasión por la vida militar, debía responder con sinceridad a aquello que me llamaba”, afirma.

Fue entonces cuando, después de una profunda reflexión y la influencia de una conversación con una familia de su parroquia, decidió seguir el llamado del Señor y entrar al Seminario San Fulgencio.

El seminario y la transformación espiritual.

En el Seminario San Fulgencio, José Miguel encontró su lugar. “Desde el primer día que llegué tuve el pleno convencimiento de que era mi sitio, el lugar ideal para responder a la llamada del Señor”, comenta.

Aquí, a través de la oración, el estudio y la formación, José Miguel se preparó para su misión sacerdotal.

Desde su ordenación como diácono, ha servido en las parroquias de Mazarrón, un tiempo que ha reforzado su vocación y su deseo de servir a Dios y a la Iglesia.

Foto: Redes sociales.

Un nuevo comienzo al servicio de Dios.

Mañana, a las 11:00 horas, José Miguel recibirá el Orden Sacerdotal en la basílica de la Caridad.

Al día siguiente, presidirá la Eucaristía de las 19:30 horas en el mismo templo. Además, el 16 de julio, en el día de la Virgen del Carmen, celebrará la Misa en su parroquia de origen, María Reina de los Corazones en el Polígono de Santa Ana.

“En esta nueva etapa que se presenta me pongo al servicio de Dios y de la Iglesia para la salvación de las almas allí donde el obispo crea oportuno”, expresó.

Agradecimiento y compromiso.

José Miguel agradece a todos aquellos que lo han apoyado en su camino. “Estoy muy agradecido a todos aquellos que me han acompañado y me acompañan con su oración, su cariño y su ánimo”.

En su nueva etapa, se compromete a ser una ofrenda agradable al Señor, llevando “el buen aroma de Cristo” a donde sea enviado.

ARH

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