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“Dignidad humana no depende de la ciudadanía ni del estatus migratorio”, obispos responden Trump
Ciudad de México.— La dignidad humana no depende de la ciudadanía ni del estatus migratorio, expresaron los obispos católicos de Estados Unidos en respuesta a las medidas adoptadas por la Administración de Donald Trump en relación con las llamadas “áreas protegidas” en la aplicación de las leyes de inmigración.
El Obispo Mark J. Seitz, presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos; Sor Mary Haddad, presidenta de RSM y directora ejecutiva de la Asociación Católica de Salud de los Estados Unidos; y Kerry Alys Robinson, presidenta y directora de Caridades Católicas USA, externaron su preocupación ante la eliminación de protecciones en lugares esenciales para la comunidad migrante.
Explicaron que las organizaciones católicas brindan diariamente atención a las personas más vulnerables en albergues, hospitales, escuelas y parroquias. Estos espacios, además de proveer asistencia material, representan refugios donde se reafirma la dignidad de cada individuo como imagen de Dios.
La Iglesia considera que esta dignidad es inherente y no está condicionada por documentos legales o fronteras nacionales.
Asimismo, subrayan que la aplicación de la ley debe realizarse de manera justa, proporcionada y con sentido humano.
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La eliminación de directrices que protegían escuelas, templos, centros de salud y agencias de ayuda social genera miedo e incertidumbre entre los inmigrantes, quienes comienzan a evitar servicios esenciales como educación y atención médica.
“La posibilidad de que estos lugares se transformen en puntos de persecución mina la confianza entre líderes religiosos, educadores, proveedores de salud y las comunidades a las que sirven”, señaló.
Los obispos alertan que socavar estos espacios no contribuye a la seguridad de la sociedad, por el contrario, debilita los lazos comunitarios y compromete la misión de la Iglesia de ofrecer ayuda sin distinción.
Ante esta situación, reiteran su compromiso de trabajar por un sistema migratorio basado en la misericordia y la justicia, en el que la dignidad de cada persona sea respetada y protegida.
ebv