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El gobierno de Daniel Ortega reprime a obispo católico en Nicaragua

En Nicaragua se ha borrado la línea de separación entre poderes y se ha violentado el debido proceso en contra de detenidos.

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Nicaragua.- La policía nacional de Nicaragua informó que sometería a una investigación al obispo Rolando José Álvarez Lagos de la diócesis de Matagalpa, ubicada en el norte del país.

El comunicado oficial especificó que se tenían reportes de que en la sede religiosa se estaban organizando grupos de choque y se planeaba incitar actos de odio en contra de las autoridades del país.

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El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) emitió un comunicado en el que se solidariza con el obispo Álvarez Lagos y hace un llamado a “construir la civilización del amor”.

Por su parte, el obispo Álvarez Lagos mantiene una “prisión domiciliaria” en la sede de su obispado ya que no puede salir a celebrar la misa.

Versiones locales mencionan como posibilidad que las acciones en contra de la curia romana son maquinaciones de la primera dama, Rosario Murillo, de quién rondan rumores sobre su espiritualidad alternativa que choca de frente con el cristianismo. Descendiente del ícono nacional, Augusto César Sandino, Murillo proviene de una rica familia terrateniente del ramo del algodón.

Para muchos nicaragüenses, se considera que Murillo es el poder detrás del trono del dictador Daniel Ortega, a quien conoció en el exilio en la década de los 80s siendo ambos guerrilleros sandinistas.

Desde que regresaron a la presidencia de Nicaragua en 2007, la pareja ha consolidado su poder desmantelando toda institución que pueda limitar su poder personal.

El 18 de abril de 2018 empezaron las manifestaciones, en contra de lo que ya se considera una dictadura.

En Nicaragua se ha borrado la línea de separación entre poderes y se ha violentado el debido proceso en contra de detenidos.

Según la OEA se han registrado 355 defunciones y 2 mil heridos en la represión de las manifestaciones, hay más de 171 detenidos arbitrariamente, más de 135 organizaciones de la sociedad civil han sido revocados de permiso de operación, además del cierre de 14 universidades privadas dejando en el desamparo a más de 14 mil estudiantes, docentes y personal administrativo.

A pesar de las críticas internacionales la dictadura de Ortega se mantiene firme y sus abusos han logrado pasar un tanto desapercibidos en vista de la escalada de los problemas mundiales.

A la fecha el gobierno de México no ha emitido una postura oficial frente a la situación del pueblo nicaragüense.

ARH

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