Ciudad de México.— El Papa Francisco aceptó la renuncia presentada por José Luis Lacunza como obispo de la diócesis de David en Panamá y en su lugar fue nombrado como nuevo obispo Luis Enrique Saldaña Guerra.
“El Santo Padre ha aceptado el retiro del Cardenal Lacunza cerca de cumplir sus 80 años de edad, el próximo 24 de febrero”, explicó la oficina del Vaticano.
Esta decisión ocurre dos semanas después de la desaparición voluntaria del Obispo José Luis Lacunza, hecho que aún no ha sido resuelto por las autoridades.
El Cardenal Lacunza, se une a los obispos eméritos de la Iglesia, luego de casi cinco años de haber cumplido con lo establecido en el Código de Derecho Canónico que dice: “Al Obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”.
SIN ESPECULACIONES
El Nuncio Apostólico, Mons. Dagoberto Campos aclaró que la renuncia del Cardenal Lacunza es un proceso canónico transparente y pidió evitar especulaciones.
“No hay una cuestión de salud, es una cuestión del código de derecho canónico, está muy claro, el Papa acepta la renuncia. No hay nada espectacular o particular”, dijo.
La Iglesia Católica en Panamá dio la bienvenida a Luis Enrique Saldaña Guerra, por su designación como el nuevo obispo de la Diócesis de David, quien fungia como Ministro Provincial de la Provincia Franciscana Nuestra Señora de Guadalupe (Centroamérica, Panamá y Haiti).
Hoja de Vida de Monseñor Luis Enrique Saldaña Guerra, nuevo Obispo de la Diócesis de David pic.twitter.com/hFMnWHfh5O
Cabe recordar que la mañana del 1 de febrero la Iglesia en Panamá reportó la desaparición del Cardenal José Luis Lacunza desde el 30 de enero. El purpurado fue hallado por la policía el 1 de febrero por la tarde.
El domingo 4 de febrero el cardenal pidió perdón por lo ocurrido, aunque no explicó qué le sucedió. Un día después, el procurador general de la Nación, Javier Caraballo, precisó que al obispo se le da el trato de víctima, por lo que se va a respetar su derecho a la intimidad.
