Papa llama ‘lobos atroces’ a ministros que abusan de menores

Ciudad del Vaticano.- En el tradicional discurso de Navidad ante el cuerpo de gobierno de la Santa Sede, el papa Francisco dedicó toda su reflexión al tema de los abusos sexuales cometidos por ministros religiosos en la Iglesia católica. Llamó a los clérigos pederastas “lobos atroces listos para devorar almas atroces” y convocó nuevamente a la Iglesia para “hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquier que haya cometido tales crímenes”.

El Papa dijo a los cardenales, obispos, sacerdotes y laicos que participan en la Curia Vaticana que la Iglesia no se cansará de buscar justicia y evitar que actos de depredación sexual sean cometidos contra menores: “A los que abusan de menores querría decirles: conviértanse y entréguense a la justicia humana. Y prepárense a la justicia divina”.

Para Jorge Bergoglio, quien ya se encuentra en su sexto año de pontificado, sabe que su papel histórico en la silla del apóstol Pedro ha sido lidiar con el tema de los crímenes sexuales de sacerdotes y obispos, así como los usos y costumbres de encubrimiento sistémico de estos comportamientos inmorales e ilícitos.

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Por ello, a “los depredadores” les recordó que su gobierno pastoral y el de todos los obispos católico del mundo condenan que los delincuentes “continúen ejerciendo su ministerio como si nada hubiese sucedido; no temen a Dios ni a su juicio, sólo temen ser descubiertos y desenmascarados”.

“Son abominaciones los actos cometidos por quienes consideran ungidos del Señor y abusan de los débiles, valiéndose de su poder moral y de la persuasión. Ministros que desgarran el cuerpo de la Iglesia, causando escándalo y desacreditando la misión salvífica de la Iglesia y los sacrificios de muchos de sus hermanos”.

El papa Francisco exhortó a todos los liderazgos eclesiales y a los católicos del orbe a que nunca más se vuelva a encubrir ningún caso: “Los pecados y crímenes de las personas consagradas tienen un tinte todavía oscuro” y les recordó que “la iglesia se está comprometiendo seriamente por erradicar el mal de los abusos, que grita la venganza del Señor, del Dios que nunca olvida el sufrimiento experimentado por muchos menores a causa de los clérigos y personas consagradas: abusos de poder, de conciencia y sexuales”.

El pontífice reconoció que en ocasiones “por ligereza, incredulidad, falta de preparación, inexperiencia o superficialidad” se trataron muchos casos de abuso sin la debida seriedad: “Esto nunca debe volver a suceder. Esta es la elección y la decisión de toda la Iglesia”.

Francisco recordó también que en febrero mantendrá una cumbre internacional con los presidentes de las Conferencias Episcopales para “transformar los errores cometidos en oportunidades para erradicar este flagelo… cómo proteger a los niños, cómo evitar tales desventuras, cómo tratar y reintegrar a las víctimas, cómo fortalecer la formación en los seminarios”.

Finalmente, el santo padre pidió a los pastores y laicos a comprometerse a atender también la voz de las víctimas de abuso sexual en las familias donde se da la prevalencia del 85% de estos casos; reconocer los casos verdaderos de las calumnias e insinuaciones y colaborar para que salgan a la luz de forma objetiva y sanadora.

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fmg