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“Primero la caridad, luego los títulos”, Papa Francisco a religiosos
Ciudad del Vaticano.— En una audiencia, el Papa Francisco recibió a los participantes de los capítulos generales de cuatro congregaciones religiosas, donde destacó la relevancia del “examen final” de la vida cristiana.
Según el Pontífice, este examen no se basará en logros académicos o títulos, sino en los gestos de amor y caridad hacia los más pobres, los que sufren y los marginados.
Durante su discurso, Francisco exhortó a los religiosos y religiosas a no seleccionar personas basándose en criterios mundanos en sus asambleas, sino a mantener vivo y palpitante el impulso de la gratuidad y el amor desinteresado que ha caracterizado la misión de la Iglesia desde sus inicios.
El Papa enfatizó que un corazón “tranquilo” puede volverse inerte en la misión de testimoniar el amor de Dios, por lo que es esencial que los corazones estén “en paz pero inquietos”. Recordó que, al final de la vida, lo que contará será la caridad vivida hacia los más necesitados, conforme al Evangelio de Mateo.
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Francisco centró su reflexión en tres pilares fundamentales: discernimiento, formación y caridad. El discernimiento, según el Papa, es un proceso laborioso pero necesario para comprender la voluntad de Dios, y debe ser cultivado no solo por los consagrados, sino por todos los cristianos.
En cuanto a la formación, Francisco recordó a los presentes que es un “camino de crecimiento en la santidad que abarca toda la existencia”. Subrayó la importancia de la oración, la vida sacramental y la adoración, instando a recuperar el sentido de estas prácticas, hoy en día algo perdido.
Finalmente, el Pontífice habló sobre la caridad, instando a los congregados a mantener siempre una mirada dirigida hacia los pobres, y a que sus asambleas reflejen el amor desinteresado que fundamenta la presencia de la Iglesia en el mundo.
ebv