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El muro de Trump

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Una de las principales  propuestas  de la campaña de Donald Trump,  fueron  las  duras medidas contra México: las deportaciones masivas y altos muros en la frontera;  ideas que  no ha dejado de lado como presidente electo de Estados Unidos.

Aunque con un tono más suave, insiste en que el muro va  y que México lo pagará, lo cual  incluso  a pegado al peso, que  ha alcanzado mínimos históricos respecto  al  dólar,  cada que  Trump  habla de la construcción del muro fronterizo.

“Vamos a construir el muro”, ha reiterado Trump desde  el   11 de enero en su primera rueda de prensa tras el triunfo electoral y ha sido el grito clásico de los mítines de campaña del magnate.

A pesar de que México  aclara  que no pagará  por la edificación, lo cierto  es que el  presidente electo  ya inició  los trámites  en Congreso de Estados Unidos  para que le aprueben  el monto para la  construcción  de lo que también ha llamado “la gran muralla”.

Incluso  ha  pedido  a los legisladores estadounidenses  que apuren la aprobación de los fondos  para  edificarlo cuanto antes, pues en entrevista con The Washington Post, aseguró que ello sigue siendo una de las prioridades de su gobierno.

Durante su campaña, Trump afirmó que pediría a México un pago único de entre cinco mil millones a 10 mil millones de dólares por el muro fronterizo, o de lo contrario bloquearía millones de dólares de remesas que mexicanos envían a sus familiares desde Estados Unidos.

Pero el presidente Enrique Peña Nieto dejó en claro durante la visita de Trump a la capital mexicana en agosto pasado, que México bajo ninguna circunstancia pagaría por la construcción.

Ahora  Trump  busca  pagarlo a través de la ley de financiamiento del muro de 2006. Sugirió que el costo sería reembolsado “después” por México, aunque no ofreció detalles.

El presidente electo  ya ha dejado ver que si los mexicanos no cubren sus costos directamente lo harán a través de impuestos a las remesas que sus compatriotas residentes en EU envían a casa.

Un duro golpe para México, cuarto país a nivel mundial en cuanto al dinero recibido por ese concepto, su segunda fuente de divisas después de las exportaciones automotrices.

En los primeros once meses de 2016 las remesas crecieron en un 9,04 % respecto al año anterior (24.626 millones de dólares), la mayor subida anual en una década.

Mientras tanto, el peso sigue en caída libre, se ha desplomado a niveles históricos de 22 unidades por dólar tras caer en un 25 % en 2016, y el FMI acaba de rebajar el pronóstico de crecimiento de la economía mexicana para 2017 del 2,3 % al 1,7 % por la “incertidumbre” ligada a la presidencia de Trump.

Asi, México  espera la asunción  de Trump sin cartas bajo la manga y conmocionado ante las constantes  amenazas de Trump sobre el muro fronterizo, una iniciativa  que data de hace veinte años  y donde  ya existen vallas en un tercio de los más de 3 mil kilómetros de franja limítrofe.

agch

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