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México necesita políticas públicas que atiendan poblaciones en riesgo: especialista
Ciudad de México.— El país no necesita sólo hospitales, sino políticas públicas más eficientes, que garanticen el acceso al agua potable, fortalezcan la vigilancia en fronteras para evitar el ingreso de animales enfermos, entre otras estrategias de prevención en alimentación, señaló Juan Garza Ramos, profesor titular de la UNAM.
“Históricamente nos hemos ido especializando en disciplinas, profesiones, instituciones y nos damos cuenta que las soluciones no están allí, sino en la utilización integral armónica complementaria de varias estas. La pregunta es: “cómo construir una sociedad con mayor equidad, no tanta opulencia y miseria”, dijo Garza Ramos.
Sobre el paso del Seguro Popular al Instituto de Salud y Bienestar, el especialista de la UNAM consideró que se debe ir hacia la aplicación de salud preventiva, como centro deben estar las políticas públicas que nos aíslen de los factores de riesgo que nos enferman, debemos centrarnos en cómo mantener sanos a los sanos.
“Hay muchos temas relevantes para el sistema de salud, pero que hoy están alejados de la Secretaría de Salud, como el agua potable, el empleo, la contaminación, el cambio climático. Tenemos que ser muy imaginativos para encontrar cómo sumar lo disperso y dar armonía para construir el mayor bienestar”.
Las enfermedades emergentes, proveniente de animales (zoonosis) se regulan con mayor vigilancia de epidemiología en la frontera y con buenas prácticas de producción en la ganadería; ya que se compran muchos animales en Guatemala, que pasan sin la supervisión sanitaria de las autoridades”, comentó el especialista.
Celebró la decisión de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo rural y el Senasica quienes han impulsado que se firme un protocolo con Guatemala para evitar que sigan pasando animales sin control sanitario.
Por otra parte, Elena Arriaga, bioeticista de la UNAM destacó la responsabilidad que tiene cada uno en el cuidado de su salud y de “aprender a cuidarnos entre nosotros, hombres y mujeres”.
La Bioética nos permite entender; que si no cooperamos entre nosotros, no vamos a sobrevivir como especie”, explicó que las catástrofes y peligros que nos muestra la naturaleza son una muestra de la falta de conciencia, pero del mismo modo, “esos peligros harán que la gente se una, para ver al otro ser humano como compañero y de ahí empezaremos a ver al otro como un colaborador y así poder salir (de las tragedias)”.
Como bioeticistas podemos hacer guías para ver los problemas juntos, buscar líderes de grupos que organicen y articulen y que eso se vaya permeando a la sociedad, hacer debates para despertar en los jóvenes e ir generando una semilla en el ámbito que estemos”.
Ante la pregunta sobre la poca afluencia de jóvenes en el I Congreso Internacional de Bioética; mencionó Arriaga que “la Universidad Autónoma está pasando por una crisis, a la bioética antes que crezca, la quieren matar. Hay una crisis organizacional. Pero el llamado es a fomentar que vengan los estudiantes a estos encuentros, tender puentes entre las ciencias exactas (tecnologías) y las ciencias sociales”.
Sin embargo, dijo que los jóvenes están viendo que el planeta se está cayendo a pedazos y tienen más ideas sobre el respeto a la naturaleza. Por lo que dejó en claro que cada uno tiene un rol que cumplir y los bioeticistas están para ser ese puente en la sociedad.
ebv