Negocios
Presupuesto de Tren Toluca-México, ejemplo de corrupción
Ciudad de México.— Con su característico estilo de desenfado, el presidente Andrés Manuel López Obrador leyó la cartilla al sector empresarial al afirmar que su gobierno no contratará a empresas que tengan mala reputación por incumplimiento en obra pública o hayan sacado ventaja del presupuesto.
Puso como ejemplo la corrupción que privó en la construcción del tren Toluca-México, que de un presupuesto de 30 mil millones de pesos saltó primero a los 60 mil y ahora resulta que se van a tener que destinar 90 mil millones de pesos para concluirlo, para arremeter contra la corrupción de aquellos empresarios que hicieron negocios al amparo del gobierno federal.
López Obrador reiteró que no se va a tolerar la defraudación fiscal de parte de las grandes empresas, a cambio, les ofreció programas de pago y colocó a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) como vigilante y supervisora de las empresas a las que se les otorgue un contrato de obra pública.
Al respecto, explicó que “no vamos nosotros a conceder tregua a la corrupción. Nada de que: ‘Se van a espantar los inversionistas, que no hay un ambiente de confianza, hay que relajar la disciplina y que vuelva a imperar la corrupción’. No, no queremos inversiones así. No nos ayuden, compadres. Cero corrupción”, sentenció.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador fue incisivo: “No podemos nosotros contratar como gobierno una empresa que abusó, que cobró más de la cuenta, que dejó tirada una obra, que se dedicó a litigar en contra del gobierno”.
“Claro que tienen derecho, pero durante todo el periodo neoliberal, como se dedicaban nada más a lucrar, se fortalecían los despachos jurídicos, tenían más abogados que ingenieros”. Y puso como ejemplo: “Ahí está el tren Toluca, ¿para qué vamos a estar imaginando cosas?, (originalmente se presupuestó en) 30 mil millones y para terminarlo se van a necesitar 60 mil millones más, va a costar 90 mil millones de pesos.
Se preguntó el tabasqueño: ¿Cómo las empresas que ganaron esas licitaciones con un determinado monto y les dieron el doble o el triple, cómo las vamos a contratar nosotros?, ¿cómo vamos a contratar empresas que están acusadas de lavado de dinero? No, no somos iguales.
Por eso es que tiene que intervenir la Unidad de Inteligencia Financiera, explicó. Además, “tienen que estar al corriente en el pago de impuestos, porque hay grandes empresas, pero grandes, grandes, grandes, grandototas, que hacían fraude fiscal y se sentían intocables. Eso se termina, sea la empresa que sea, el banco que sea”.
-Y también era una postura muy hipócrita de hacer una reforma fiscal, cobrarle más a la gente, mientras arriba era el paraíso de los privilegiados en términos de política fiscal, que no pagaban impuestos o se les devolvían los impuestos.
Reveló que en esta administración ya hay antecedentes, “ya lo estamos haciendo; hubo licitaciones en el Istmo, se hicieron investigaciones y se encontraron empresas que tienen malos antecedentes y no podemos nosotros otorgar permiso. Nos tenemos que portar bien todos, a portarnos bien”.
Desde luego, dijo, la mayoría de los empresarios cumplen con su responsabilidad. “No puedo generalizar, pero sí hay quienes abusaban y con despachos, con ingeniería para no pagar impuestos en casos de empresas muy famosas”.
ebv