Análisis y Opinión
Carta a mis hermanas
Hoy hablé con una amiga muy querida que está pasando por un momento difícil, y de lo que más me impactó es que no pueda contar con su hermana como cuento yo con las mías.
Me quedé pensando en qué hemos hecho, como familia, para que las cosas sean diferentes, porque aunque vivimos cada una a miles de kilómetros de distancia, el amor y apoyo incondicional nos caracteriza.
Aquí una pequeña reflexión de lo que creo que ha sido el secreto del éxito:
- Siempre nos criaron unidas. Aunque la edad de las tres nos separa, siempre nos trataron igual, nos llevaban a los mismos lugares, nos dieron las mismas oportunidades. Los castigos y los premios eran parejos.
- Nos enseñaron a contar las unas con las otras. La típica frase de mamá de “cuando yo me muera solo va a contar con sus hermanas”, caló tanto entre nosotras, que lo tenemos tatuado en la piel.
- Somos trabajadoras incansables, buscamos lograr nuestros sueños y eso hace que no haya ninguna mejor que la otra, al contrario, cuando nos ven no saben cuál de las tres ha llegado más lejos.
- No existe envidia entre nosotras. Conocemos muy bien las capacidades de cada una, buscamos el consejo basados en ese conocimiento y nos apoyamos en lo que carecemos. Confiamos plenamente en la experiencia de las otras.
- No cuestionamos las decisiones, nos apoyamos en los momentos difíciles y sobre todo nos alegramos mutuamente de los triunfos de cada una y de sus familias.
- Somos transparentes entre nosotras, tenemos la capacidad de burlarnos de nosotras mismas y del entorno y somos muy sarcásticas.
- Sabemos que la distancia física nos marcará toda la vida, pero por lo mismo, tratamos de acortarla con llamadas, chats y uno que otro viaje juntas.
- Disfrutamos cada momento que pasamos juntas y tratamos de inventarnos viajes familiares para poder vernos más seguido y que nuestros hijos puedan crecer unidos como lo hicimos nosotras.
- Finalmente y creo que es un punto muy importante, nos une el amor incondicional y prioritario a nuestras familias y a nuestros padres.
No sería lo que soy sin mis hermanas, sin su ejemplo y su apoyo. Son de verdad, hermosas por dentro y por fuera.