Análisis y Opinión
Reencuentro de “los tres amigos” con visiones y prioridades distintas
Nigromante
Aunque no se esperaba un choque de trenes en el reencuentro de 3 amigos que representan a México, Estados Unidos y Canadá, sí mantienen disidencias de puntos de vista respecto a los temas de Covid-19 y la seguridad sanitaria de América del Norte. promover la competitividad y generar las condiciones de crecimiento equitativo, recuperación económica luego de la pandemia y desarrollo para la región; y Cambio climático, que fueron agendados para la reunión trilateral en Washington, D.C.
No fue precisamente un día de campo para el presidente Andrés Manuel López Obrador pero sí sacará provecho del encuentro con sus dos homólogos frente a los que llega con la medalla de una mejor situación económica; mayor recaudación de impuestos al parejo de una mejor calificada economía que refleja buen manejo de las finanzas públicas, pero con el reto común de sumarse a los esfuerzos para controlar la más alta inflación en los tres países.
Por obvias razones, los cientos de migrantes mexicanos que se apostaron afuera de la Casa Blanca para apoyar al presidente López Obrador en su tercer viaje a la Unión Americana, es porque el mandatario mexicano está a favor del plan de Joe Biden de regularizar la situación migratoria de 11 millones de mexicanos, que harían legal su residencia en Estados Unidos, por lo que manifestaron su seguridad de que López Obrador obtendrá un sí del ejecutivo estadunidense, en espera de una eventual aprobación del Congreso de ese país, si es que hubiera coincidencias en el tema de los legisladores de los partidos Republicano y Demócrata.
De alguna manera prevalece la confianza de que López Obrador regresará a México con la misma sonrisa de satisfacción de haber logrado sus objetivos en la Novena Cumbre de Líderes de América del Norte, aunque sabe que empresarios de los 3 países se han manifestado en contra de su iniciativa de reforma eléctrica, que aunque no figura en la agenda, es probable que surja en algún momento de las conversaciones bilaterales con Justin Trudeau y Biden, y en ese caso adelantó en la víspera que les respondería que el objetivo de la reforma es el respaldo a la Comisión Federal de Electricidad para asignarle 54 por ciento del mercado mexicano y a los privados dejarles el 46 por ciento para que no se disparen hacia arriba los precios de la luz, y confía en que estarán de su lado porque les haría saber que está defendiendo los intereses del pueblo mexicano como ellos lo hacen en Canadá y Estados Unidos.
Al ganarle las elecciones a Trump, el presidente Biden busca recuperar la relación de Estados Unidos con sus vecinos tras las turbulencias que generó su antecesor, pero mantiene sus diferencias con el mandatario mexicano y con el canadiense en algunos de los temas que se abordaron en el reencuentro de “los tres amigos”, donde el mandatario estadunidense expresó sus nuevas inquietudes por el cambio climático, pues en su país operan 253 plantas termoeléctricas a carbón, en tanto que en México sólo hay dos y están fuera de operación, según informó el tabasqueño un día antes de la reunión con sus homólogos.
Para visualizar los diversos intereses de los tres mandatarios, es evidente que Trudeau llegó a Washington con la preocupación expresa de las provisiones de compra estadounidenses en el plan de servicios sociales de 1.85 millones de dólares propuesto por Biden, quien por su parte ha manifestado frenar las migraciones a su país, que se ha reflejado con las cifras más elevadas de deportaciones nunca vistas de más de medio millón de mexicanos y centroamericanos, para lo cual ha contado con el apoyo de las fuerzas armadas de México, convertidas en un muro infranqueable para migrantes.
En su primera reunión bilateral con Justin Trudeau, en el Instituto Cultural Mexicano en Washington, López Obrador conversó en buenos términos sobre los temas de la reconciliación con los pueblos originarios, el plan mundial de fraternidad y bienestar que el mexicano propuso ante la ONU y el liderazgo de las mujeres, entre otros que no reveló, pero comentó que México y Canadá son naciones hermanas.
Posteriormente se reunió con la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris, en el edificio Eisenhower para conversar sobre el desarrollo en el sur sureste de México y Centroamérica, entre otros temas como la regularización de la migración de centroamericanos mediante la aplicación de los programas sociales como Sembrando vida y Jóvenes construyendo el futuro en países de Centroamérica para arraigar a aquellos que buscan migrar a Estados Unidos.
La comitiva mexicana incluye al canciller Marcelo Ebrard Casaubon, los secretarios de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O; de Economía, Tatiana Clouhtier, y el titular del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño Yáñez, quienes acompañaron al Presidente en la reunión trilateral para atender los temas de su competencia durante el diálogo en el que se espera que tenga éxito el tabasqueño en sus propuestas y el planteamiento de su lucha contra la corrupción, tema central que abona al mejor desempeño de México en el tratado trilateral de comercio (T Mec).
No faltan los pesimistas que le apuestan al fracaso de las negociaciones de los tres amigos, pero en este espacio hay optimismo y no le damos oportunidad al desánimo porque hay que ver hacia adelante, debido a que el mismo día en que inició el diálogo, las calificadoras internacionales ratificaron el buen manejo de las finanzas públicas; que México no haya recurrido a la deuda externa para su recuperación económica luego de la pandemia; el restablecimiento de los empleos perdidos y una sustancial mejora en los índices del crecimiento económico. Nomás faltará implementar la estrategia correcta para contener la más alta inflación de 7 por ciento para lo que falta de 2021 y el entrante 2022.