Análisis y Opinión
¿Vacunas?
¿Ya podemos comenzar a pedirle cuentas a las autoridades sobre la estrategia nacional de vacunación en México, o vamos a seguir con el discurso de que todo es culpa de los detractores y neoliberales?
La pregunta tiene todo el sentido, porque en el país se está gestando una mezcla de factores que apunta a un desastre; pero analicemos…
Según cifras de la Universidad Johns Hopkins, al día de hoy México tiene un total de 9 millones 36 mil dosis administradas, en tanto que de ese total, sólo 1 millón 111 mil 764 personas están totalmente vacunadas (es decir, con la segunda dosis aplicada), lo que nos deja con un porcentaje de vacunación de la población total del .88, es decir, a poco más de tres meses de iniciada la etapa de vacunación (el 24 de diciembre del año pasado) aún no está inoculada ni el 1 por ciento de la población. De acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México hay 126 millones 14 mil 24 habitantes.
Si nos comparamos con nuestro vecino del norte, encontraremos que en Estados Unidos hay ya 165 millones 53 mil 746 dosis administradas, mientras que 57 millones 389 mil 464 personas están totalmente vacunadas, lo que les permite tener a un 17.5 por ciento de su población (poco más de 330 millones) inoculada. Israel, que es un verdadero caso de éxito en el manejo de la pandemia, expone cifras que indican que han aplicado poco más de 10.1 millones de vacunas y 4.8 millones están inoculados con una segunda dosis, lo que representa el 54.4 por ciento de su población (9.1 millones de personas).
Para el caso de Latinoamérica por ejemplo, Chile tiene al 20.5 por ciento de su población vacunada; Marruecos, en África, tiene vacunada al 10.8 por ciento de su población… en fin, de allí podríamos seguir con una larga lista que nos indica algo inequívoco: la tasa de vacunación en México es de las más bajas a nivel mundial y evidentemente está por debajo del promedio mundial de vacunación. No es politiquería, son cifras y datos duros.
Para nadie es un secreto que una eventual recuperación económica del país vendrá de la mano de un mayor porcentaje de la población nacional vacunada, pero a ese ritmo, se antoja aún muy lejano un restablecimiento como el de Israel, por ejemplo, en donde se ha documentado que incluso comenzó a retomar su vida nocturna, ¡de ese tamaño!
Mientras, en México, seguimos sin poder resolver problemas tan básicos como vacunar a los médicos privados que tienen un enorme riesgo de contagio de Covid 19. Prueba de ello fue que el pasado 1 de abril, cientos de ellos protestaron en las instalaciones de la Escuela Médico Naval por la falta de inmunizaciones. ¿Podría incurrirse en una conducta criminal el dejar de inocular a personal médico privado y privilegiar, por ejemplo, la vacunación de atletas y maestros de ciertas zonas del país? Es probable. Ya el tiempo lo dirá, pero por ahora no se entiende cuál es la lógica de este gobierno de comenzar, por ejemplo, con la inmunización de maestros para regresar a clases presenciales, antes de terminar con el total del personal médico o los adultos mayores.
Y como “cereza del pastel” comienzan a documentarse casos de vacunas no aplicadas (#VacuNADA, como fueron bautizados en redes sociales) en los que a adultos mayores se les inyecta, pero personal médico no aplica ningún líquido. A nadie conviene que la población comience a dudar de las vacunas, pero la falta de un protocolo de aplicación por parte de las autoridades no hace más que abonar a las dudas.
Y mientras tanto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador solo atina a ofrecer disculpas y mostrar su intención de indagar si no se trató de un montaje, ¿para qué hacer una investigación integral y sin sesgo? ¿para qué dar certeza a los mexicanos de la vacunación? Desde la lógica del presidente, es mejor sembrar más dudas e inventarse un nuevo enemigo… el sello de la casa.
Twitter: @campudia