Columna Invitada
¿Practicas un buen liderazgo?
A lo largo de nuestra vida profesional nos encontramos a toda clase de jefes, líderes que con el paso del tiempo aprendieron, algunos otros se formaron u otros que simplemente nacieron con ese don. Es un hecho que muchos de ellos han influido en nosotros y podemos decir, quiero ser como él o como ella, otras veces nuestros “líderes” nos guían con formas no tan adecuadas y hacen que la relación laboral sea complicada o simplemente termine.
El liderazgo es un tema susceptible, cada día vemos nacer nuevos líderes, pero ¿Cómo identificar el falso liderazgo? Ese que nos marca y nos hace recordar el porqué dejamos un trabajo que nos gustaba, el que era nuestra pasión.
De acuerdo a una encuesta realizada por la revista Empresarial, el 68 de cada 100 renuncias voluntarias se deben al maltrato de los jefes. Por lo tanto es imprescindible tomar conciencia de cómo estamos llevando a nuestros equipos o cómo estamos siendo dirigidos en nuestras labores.
Algunas de las características de un falso líder son: Solo busca beneficiar sus intereses. Un líder debe saber que para lograr el éxito, es necesario pensar en los demás, se trata de que todos brillen, de un ganar-ganar. No tiene empatía. Un falso líder no es capaz de ponerse en el lugar del otro y sus decisiones las tomará solo con base a lo que le perjudica. Hay soberbia. Se preocupa por su bienestar y no le importará quitar a alguien solo por no seguir lo que él piensa. No sabe delegar. Es importante hacer responsable al equipo, confiar, dejar el control a otros y solo supervisar. No cuida las palabras. Hay personas que creen que decir lo que piensan es un buen hábito, sin tomar en cuenta la manera en que lo dicen y las consecuencias de sus palabras.
Una buena gestión humana, es más que que hacer una correcta contratación, contar con una brillante inducción, presentar un reporte de clima laboral, Es dar el ejemplo, saber escuchar, ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial, muchas veces, va más allá de un salario o una posición, es sentirse incluido, trabajar en equipo, contar con respaldo, tener la seguridad de que tu trabajo será reconocido. La presión en exceso o infundir miedo no son métodos para que un colaborador se ponga la camiseta.
Antonio Flores Navarrete
Project Manager en Metrics
Twitter: @Antonio_FloresN
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